martes, 10 de febrero de 2009

Asegurar para prevenir

Ideas para Defensa Civil

PREVENIR: Preparar. Aparejar y disponer con anticipación las cosas necesarias para un fin.// Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño o perjuicio.// Precaver, evitar, estorbar o impedir una cosa // Advertir, avisar o informar a uno de una cosa.
ASEGURAR: Dejar firme y seguro, establecer, fijar sólidamente // Librar de cuidado o temor; tranquilizar, infundir confianza.

El enfoque preventivo, implica una población informada y preparada para responder organizadamente a las emergencias.

Esto exige una labor permanente de educación, capacitación e información del universo de ciudadanos. No se trata de atender eventualmente a la presión social, ni a la que pudieran ejercer los medios de información pública. Tampoco se trata de un servicio a una franja de ciudadanos sino a su totalidad.

Es imposible atender a este contingente de usuarios, si no se desconcentran las acciones hacia las regiones hasta llegar a los niveles locales; también lo es si no se asume como una acción de coordinación multisectorial e interdisciplinaria permanentes.

Por otra parte no nos dirigimos a una población unitaria sino de diversa edad, de niños a ancianos, distribuida en estratos sociales y con diverso poder adquisitivo o ninguno (indigencia). Las estrategias de acercamiento deberán considerar estas variables. No es lo mismo atender a vecinos de zonas residenciales construidas sobre terrenos inapropiados que a grupos humanos concentrados sobre áreas prohibitivas para la vivienda humana.

Es imposible elaborar un buen Plan de Prevención sin un conocimiento cabal de la población y de los territorios sobre los que se han establecido, y del grado en el que han identificado y aprovechan para su crecimiento todas las potencialidades y características de dichos territorios.(Diagnóstico Situacional).

Hay que analizar igualmente si de lo que se trata es de Prevenir solamente o también de Asegurar. Prevenir y asegurar son acciones complementarias, siendo más activa la segunda. Yo prevengo que no haya robos en mi casa, asegurándola de alguna manera contra este peligro. Me prevengo de contagiarme de una determinada enfermedad, asegurándome de no concurrir a lugares expuestos o de no consumir productos contaminados.

El procedimiento es conocido: para llegar a estas conclusiones es necesario considerar la vulnerabilidad frente a posibles amenazas o peligros, que permitan derivar hacia una atinada y afinada gestión del riesgo.

Los puntos vulnerables se pueden detectar y eliminar o atenuar en grado considerable su capacidad de respuesta ante la amenaza cumplida. Prevenir es realizar inspecciones de seguridad, señalando prioridades de atención frente al deterioro o precariedad que presenta el territorio, la población y sus instalaciones. La evaluación de riesgos que se realiza mediante inspecciones técnicas cumple esta finalidad. Pero, como en todo diagnóstico si a éste no sigue la debida “curación”, prácticamente no se ha hecho nada. Asegurar entraña la responsabilidad de actuar preventivamente. No sólo de “dar aviso” sobre posibles daños en caso de…
Tampoco permite postergaciones o preocupaciones solo cuando se está ante el cumplimiento de la amenaza ad portas.

Todos los estudios técnico-científicos previenen pero no aseguran. La Seguridad es prevención práctica, segundo momento impostergable e inseparable para lograr una auténtica prevención. No hay cultura de prevención sin hábitos de seguridad. Más propio es decir “Más vale asegurar que lamentar”; porque la prevención puede entrarme por un oído y salirse por el otro, o postergarse u olvidarse. Aquí es donde se define la intervención de los grandes medios de información: memoria colectiva y voz de advertencia constantes. Las normas de seguridad no se internalizan con una sola vez, hay que reiterarlas hasta que sean atendidas, y hay que revisarlas para ver que sigan siendo efectivas; como sucede a menudo con los extintores que ya están fuera de uso cuando se recurre a ellos.

El sistema de alerta es indudablemente preventivo. La educación y la capacitación también lo son; lo mismo los simulacros y las simulaciones. Todos aseguran un comportamiento racional ante el peligro, ajeno a la improvisación. Lo que no imposibilita la presencia de imponderables, según la magnitud o grado de los fenómenos, que pueden exceder la capacidad de las medidas de seguridad tomadas; especialmente en casos de sismos, inundaciones, huracanes y el Niño.

La seguridad es la mejor preparación. Porque no hay seguridad retórica; si no es práctica, no es seguridad. En cambio, la prevención puede quedar en simple advertencia. No olvidemos que la pregunta ante la amenaza por cumplirse o ya cumplida es ¿Y qué hicimos para evitarlo?. Repárese que las Compañías de Seguros y Reaseguros, luego de establecer el riesgo para determinar el costo de la prima, imponen una serie de condiciones de seguridad que deben cumplirse y que pueden invalidar los beneficios del seguro, si en el momento de tener que recurrir a ello, no se han cumplido.

Las Compañías de Seguro han reaccionado y comienzan a ampliar su mercado hacia estratos de menores ingresos. ¿No será posible sugerirles incluir la vivienda popular, entre los bienes por asegurar? Ellos pueden hacer el estudio de mercado y considerar la rentabilidad, que nos parece tan alentadora como la del seguro popular que vienen promocionando.

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