Antecedentes
Hasta promediar la década de los cuarenta la formación de actores en el Perú se hacía siguiendo el sistema de compañías, generalmente encabezadas por un primer actor, capocómico o cabeza de compañía, no existían directores escénicos y, a lo más, a veces se contaba con un productor de los espectáculos. Los “decorados” más vistosos eran telones pintados, generalmente realizados por técnicos del teatro que se habían especializado en ese menester; la iluminación empleada tenía por objetivo realzar estos telones y dar los efectos del transcurso del amanecer a la noche. El estilo de actuación era altisonante, ampuloso y abundaba en latiguillos y morcillas. El público se mantenía relativamente fiel, ya que la afición al teatro había ido declinando después de la llegada del cinematógrafo. El repertorio representado era generalmente sainetes españoles adaptados a la realidad local.
Todavía resultaban limitados los esfuerzos de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA) que, formada en 1938, venía ofreciendo espectáculos de nuevos autores como Pirandello u obras del teatro clásico español a las que sumaban adaptaciones de tradiciones de Ricardo Palma. Igualmente, desde 1941, el Teatro Unuversitario de San Marcos (TUSM), organizado por el catedrático Manuel Beltroy había iniciado sus representaciones con “El emperador Jones”, de Eugenio O´Neill. Y diez años después lo iniciaría el padre Ramón Condomines en la Universidad Católica (TUC) que en 1951 estrenó “Nuestra Natacha”, de Alejandro Casona.
1945: Año providencial
Pero, en 1945, año providencial y significativo en la historia del teatro en el Perú, se da un salto cualitativo trascendental. El capocómico Carlos Revolledo, que era muy querido por el público merced a la creación de su personaje “el sargento de polecia (policía)”, funda el Sindicato de Actores del Perú (SAP) que nace como una poderosa organización de todos los artistas del espectáculo incluidos actores de teatro y radio, cantantes, bailarines clásicos y frívolos, músicos, circenses y folcloristas. Desgraciadamente esta poderosa institución se fraccionó en los años siguientes y se redujo a sólo los actores de radio, cine y televisión, con lo que perdió fuerza sindical. Actualmente se llama Sindicato de Artistas Intérpretes del Perú (SAIP).
El año que comentamos, don Manuel Beltroy, influenciado por la corriente del teatro popular del francés Romain Rolland, forma “El teatro del pueblo”, agrupación que integra con actores populares, especialmente un grupo que hacía anualmente obras con motivo del día de la madre en el cine Western del distrito de Lince. Todos ellos llegaron a tener una fecunda trayectoria en el teatro de las décadas siguientes. Luis Álvarez, Manuel Velorio (que cambió su fúnebre apellido original por el artístico de Delorio), Jorge Montoro, Nilda Muñoz. El 3 de Octubre de 1945 presentó su primer programa en el Teatro Ritz, de la Avenida Alfonso Ugarte: Un duelo (Chejov), Limones de Sicilia (Pirandello) y Así que pasen cinco años (García Lorca).
Las elecciones democráticas de esos años llevan a la presidencia al doctor José Luis Bustamante y Rivero, abogado integérrimo que llegó a presidir la Corte Internacional de la Haya, luego de que fuera interrumpido su gobierno por el golpe del general Manuel A. Odría, cuya dictadura se extendería de 1948 hasta 1956. Bustamante, es el único presidente del Perú que se recuerda era aficionado y asistía al teatro. Uno de sus ministros de educación, el ilustre patricio tacneño, e historiador de la república, Don Jorge Basadre, evoca en su obra autobiográfica La Vida y la Historia:
“Uno de los decretos que más me enorgullece cuando recuerdo mi breve y frustrada labor ministerial de 1945 es el que colocó al teatro bajo la protección del Estado.
“También aquí sólo puedo jactarme apenas de haber sembrado unas semillas. De ellas salieron el Departamento de Teatro, la Escuela Nacional de Arte Escénico y la Compañía Nacional de Teatro".
El 19 de diciembre de 1945 el Gobierno de José Bustamante y Rivero promulgó la Ley 10307 por la que se consideraba prioritaria la formación de entidades encargadas de fomentar la música, el folklore y el arte dramático. Como consecuencia de ello el 25 de enero de 1946, mediante Decreto Supremo firmado por el Presidente de la República José Luis Bustamante y Rivero y su Ministro de Educación Dr. Luis A. Valcárcel, se creó el organismo denominado Teatro Nacional del Perú bajo cuya dependencia surgió la Escuela Nacional de Arte Escénico (ENAE) con el objeto de formar en el futuro las figuras que den prestigio y realce al Teatro Nacional. Se autorizó su funcionamiento desde ese año y se encargó a un Consejo Nacional de Teatro elaborar los planes y programas de estudio. La misma norma creó la Escuela Nacional de Coreografía y Música.
Organización inicial
A principios de los cuarenta había visitado Lima la compañía de la actriz española lorquiana Margarita Xirgu, en su segunda gira coincidente con este año de cambios un grupo de miembros de su elenco se quedó en Lima y a ellos fue quienes se les encargó la Dirección de la Escuela Nacional de Arte Escénico (ENAE) y la organización de la Compañía Nacional de Comedia (CNC). Edmundo Barbero fue el director de la ENAE y de la CNC, la actriz Pilar Muñoz protagonizó “Anna Christie”, de Eugenio O´Neill en la inauguración de la primera temporada de la CNC, y Santiago Ontañón se dedicó a la formación de los escenógrafos siendo sus más brillantes egresados Alberto Terry y Santiago Escomel. La ENAE se articulaba con la CNC, ya que sus alumnos participaban en pequeños papeles de sus temporadas y cuando egresaban pasaban a formar parte de su elenco. La CNC incluía en su repertorio las obras que se premiaban en los Concursos Anuales de Drama y Comedia. Los primeros premiados fueron Juan Ríos Rey por “Don Quijote” y Percy Gibson Parra por “Esa luna que empieza”. Lo singular de estas dos obras es que ratificaban la influencia hispana en nuestra escena, aunque ahora desde los cauces renovadores del teatro lorquiano. La primera obra presentaba en un tono de vibrante poesía moderna la figura de Don Quijote como símbolo de la eterna lucha por la libertad y la dignidad de los seres humanos; la tesitura y temática de la obra de Gibson evocaba la del teatro de Federico García Lorca, cuyo repertorio había sido presentado en Lima por la Compañía de Margarita Xirgu.
Los primeros años
El local de la ENAE fue en el Jirón Washington 1274. Llegó tener un Teatrín que daba al Pasaje García Calderón y un anexo en la Sociedad 33 amigos que funcionaba en el 170 del mismo Pasaje. Desde su fundación, la ENAE cumple una labor reorientadora del repertorio y las técnicas de interpretación en el renacer teatral, el espacio escénico adquiere nuevas valoraciones gracias a los escenógrafos que forma Santiago Ontañón, pronto sumará su talento una joven diseñadora de vestuario que, salida de las canteras de la AAA, va a ser por muchos años la más notable vestuarista del teatro peruano: Rosa (Mocha) Graña.
Fueron alumnos de la ENAE los actores que convocara Don Manuel Beltroy, además de Carlos y Fernando Gassols, que habían integrado una famosa compañía de niños creada por su padre en 1938 y que recorriera provincias del Perú y saliera fuera del país. No podemos decir, pues, que la ENAE de este periodo inicial descubriera nuevos talentos, lo que sí es cierto es que reorientó sus inquietudes hacia las renovaciones que se operaban en la escena internacional. En 1948 egresó la primera promoción de la ENAE integrada por Luis Alvarez Torres, Manuel Araníbar Barrantes, Julio Caballero Salazar, Teresa Carnero Checa de Alarcón, Oscar Castañeda Ross, Irma Diez Canseco de González, Cicilia Giribaldi Berghusen, Alfredo Hudwallcker Santa Cruz, Raúl Irigoyen Ramírez, Alberto Malpartida Garay, Jorge Montoro Rodríguez, Enrique Taboada Henríquez, Sonia Pach Miller de Honigman, Rosa Amelia Saravia Chávez.
Sin embargo, este florecimiento fue interrumpido momentáneamente por el golpe militar de 1948, lo que motivó que en 1949 no hubiera temporada de la CNC y peligrase la continuidad de la ENAE.
Pero, el destino quiso que cuando el tirano pretendió disolver la Escuela, a la que consideraba, según cuentan las anécdotas, “un antro de prostitutas y maricones”, su Ministro de Educación el general Mendoza, que había sido Director de la Escuela Militar Leoncio Prado recordó a un profesor de lenguaje, catedrático de la Universidad de San Marcos, muy entusiasta, y amante del teatro, a quien propuso como sucesor de Edmundo Barbero, el Doctor Guillermo Ugarte Chamorro (GUCH) que, en su niñez se había integrado a la Compañía infantil de los hermanos Gassols, cuando ésta pasó por Arequipa, su tierra natal. Odría también aceptó que siguiera funcionando la CNC y los Concursos Anuales de Drama y Comedia. En otras palabras, la vida teatral oficial no se desactivó. En Julio de 1949 Guillermo Ugarte ocupó el cargo de Director de la ENAE.
La labor de Guillermo Ugarte Chamorro (1949-1956)
Los años siguientes hasta fines del ochenio odriísta jalonan la más brillante labor que ha realizado promotor alguno en nuestra escena nacional. La ENAE relacionó el teatro peruano con el movimiento argentino de grupos independientes y con las escuelas de las universidades de Chile y la Católica. Publicó hasta ocho números de la revista Escena y mantuvo un permanente Servicio de Publicaciones a mimeógrafo. Realizó giras por provincias y sostuvo temporadas de verano en la Concha Acústica del Campo de Marte. También viajó a Chile y Bolivia. Como GUCH tenía profundas inquietudes investigadoras se embargó en la formación de un Archivo de datos históricos del Teatro Peruano que continuó cuando fue Director del Teatro Universitario de San Marcos. Así, incrementó los pocos textos históricos del teatro peruano que existían editando estudios breves permanentes sobre lo que iba descubriendo en su acuciosa búsqueda. Hasta hoy es el archivo más completo con el que se cuenta para los años cincuenta, sesenta y setenta principalmente.
La ENAE de GUCH introduce las prácticas de las improvisaciones y el método de Stanislavsky y las prácticas de la biodinámica de Vselod Meyerhold, gracias a la presencia del joven director chileno Sergio Arrau que se afincó en Lima y se casó con la actriz peruana Haydée Orihuela. Igualmente influyó en este cambio, Reynaldo D´Amore Black, que había llegado como becario a la Escuela y que formaría posteriormente el Club de Teatro de Lima.
Las Promociones de la ENAE
En esta brillante época egresan en 1949, Ada Bullón Ríos, Juana Calderón San Juan, Miguel Gómez Checa, Eliseo Reátegui Guzmán. En 1950, José Castillo Cortés, César Castillo Roca, Aquiles Córdova Ahumada, Marcela Giurfa Castro, Jesús Morales Sagástegui. En 1951, Cristina Brito Quijano, Cesar Fernando Gassols Eyzaguirre, Carlos Gassols Eyzaguirre, Lucía Irurita Silverio, Luz Alicia Laguna Alemán, Alfonso Pérez Alvarado, Susan Roa Montes, Carlos Romero Torres, José Sanchez Lara , José Velásquez Quevedo. En 1952, egresaron Ruddel Arce Ladrón de Guevara y Amelia Barrios Gonzáles y en 1953: Elva Alcandré Wesche, Hertha Cárdenas Menacho y Lili Chung Zumaeta. En 1954 recibieron su título de Actor Diplomado Mercedes Blondet Ramos, Edgar Bobone Rolleri, Carmen Dianderas Azpilcueta, Enrique Huertas Díaz, Octavio Ramírez del Risco, Haydee Orihuela Zamudio, Hudson Valdivia Basurco, Carlos Vásquez Galli y Carlos Velásquez Quevedo. La mayoría de ellos se convirtieron con el tiempo en maestros y ocupan un lugar destacado en la historia de nuestro teatro.
Los siete integrantes de la promoción 1956, que fue la penúltima, trataron de mantenerse unidos como agrupación en un momento muy difícil para la profesión teatral por la ausencia mayoritaria del público, y formaron un colectivo singular al que denominaron Harpejio, combinación de las siglas de sus nombres: Helena Huambos, Alfredo Bouroncle, Rubén Martorel, Pericles Cáceres, Estenio Vargas, Juan Romero, Ina Barúa, Organización Teatral.
Los sucesores de Ugarte Chamorro (1956-2002)
Los cambios políticos llevan a la desarticulación de la ENAE. En 1956 se forma una Comisión reorganizadora de la actividad teatral conexa con el Estado y se crea el Instituto Nacional de Arte Dramático (INAD) iniciando sus labores académicas el 15 de mayo de 1958, y más tarde el Instituto Nacional Superior de Arte Dramático (INSAD) que pasó a funcionar en el habilitado Teatro La Cabaña.
A la salida de GUCH se había encargado la dirección de la ENAE al actor Leonardo Arrieta. Pero al trasladarse la escuela de local, se nombra en el cargo a Mario Rivera del Carpio. Durante esta etapa se perfecciona el currículo y se da mayor peso a la expresión corporal con participación de la bailarina Trudy Kessel, renovadora de la danza moderna en el Perú; e Impostación de la voz, dictada por la cantante wagneriana Carmen Chávez. Son profesores los más brillantes intelectuales jóvenes del momento: Sebastián Salazar Bondy, Alejandro Romualdo Valle, Luis Jaime Cisneros, Washington Delgado.
Posteriormente ocupa la dirección el Dr. Rubén Lingán, que había sido profesor en la ENAE. Como un esfuerzo encomiable de su gestión viene a Lima el gran director uruguayo Atahualpa del Cioppo y lleva a escena La Ópera de dos por medio, de Bertolt Brecht. Luego, logra la venida del director español José Osuna que dirige La Celestina, de Fernando de Rojas en la versión abreviada de Alejandro Casona y que tuvo como protagonistas a Elvira Travesí, Manuel Delorio, Ricardo Blume, Alfredo Bouroncle secundados por alumnos y egresados. Distinguidas personalidades de nuestra escena actual salieron de las aulas del INSAD: Haydee Cáceres, Leonardo Torres, Humberto Cavero, Reinaldo Arenas, Carlos Padilla, Zita Elías, Jorge Sarmiento, Stojan Vladic, Maura Serpa, Alfredo Ormeño, Eduardo Nuñez, Carlos Nieva, Arturo Villacorta, y otros más.
Al doctor Lingán le sucede el funcionario Dimas Sáenz Meza, período en que es llevada a escena Las Troyanas, de Eurípides, en versión de Jean Paul Sartre y bajo la dirección de Ernesto Ráez, montaje que alíneó al INSAD con las inquietudes del Teatro Político de los setenta. Ráez , egresado de la última promoción de la ENAE en 1957, también pone por primera vez en escena una obra en quechua Hatun Llacta, desarrollada según los cánones de la creación colectiva y dentro de un espectáculo titulado Perú, problema. Son los años agitados de las guerrillas del sesenta que desembocan en el golpe militar del General Juan Velasco Alvarado.
Durante el periodo del General Juan Velasco Alvarado se hacen cargo de la dirección sucesivamente Alonso Alegría, Arturo Nolte y Ernesto Cabrejos. A partir de 1985 desempeñan la dirección Ernesto Ráez y Alfredo Ormeño. Es a fines de los ochenta que pasa a llamarse ENSAD (Escuela Nacional Superior de Arte Dramático) y se incluye la especialidad de Pedagogía Teatral.
A Ormeño lo continúa Arturo Villacorta y luego José Enrique Mavila. En los años noventa fueron directores el dramaturgo Juan Rivera Saavedra, Alicia Saco y Ada Bullón Ríos, quien había sido directora de estudios y se perfeccionó en los Estados Unidos alcanzando el grado de Master of Arts. En esta época el Municipio de Lima recupera el Teatro La Cabaña y la Escuela pasará a funcionar en el insalubre sótano del Museo de Arte, edificio en el que funcionaba el Instituto Nacional de Cultura. De allí es aireada a la Quinta Presa en el Rímac y continuarán Carmela Sotomayor Roggero y su actual director Jorge Sarmiento Llamosas, el cual ha retornado al local de La Cabaña.
Orientaciones actuales: la proyección internacional (2002-2010)
Durante la gestión de Sarmiento, a partir de 2002, los elencos de teatro de la Escuela alcanzaron logros artísticos y pedagógicos extraordinarios, obteniendo importantes reconocimientos por su participación en diversos eventos internacionales de teatro:
4ª Edición de los Talleres Internacionales de Escuelas Superiores de Arte Dramático en Rumania- 2002
Festival Mundial de Escuelas de Teatro en Grecia -2002
Festival Internacional de Teatro Iquique-Chile - 2003
XIV Temporales Internacionales de Teatro en Puerto Montt -Chile -2003
I Encuentro Internacional de Maestros y Escuela de Teatro en Ecuador – 2003
XV Temporales Internacionales de Teatro en Puerto Montt –Chile -2004
Festival Mundial de Escuelas de Teatro México - 2004
II Encuentro Internacional de Maestros y Escuela de Teatro en Ecuador - 2005
6ª Edición de los Talleres Internacionales de Escuelas Superiores de Arte Dramático en Rumania - 2005
Festival Mundial de Escuelas de Teatro en Filipinas -Manila – 2006
Festival Internacional UPA al Teatro Iquique-Chile 2008
Festival Shakespereano Bucarest-Craiova –Cluj Napoca –2008
Festival Mundial de Escuelas de Teatro en Barcelona-España- 2008
En Setiembre de 2002 el Congreso de la República, otorgó a la ENSAD la Medalla “Juan Pablo Vizcardo y Guzmán” en mérito a la importante labor que prestigia al teatro y la cultura del Perú en el contexto mundial
La ENSAD ha producido más 30 obras de teatro en 4 años (2006-2009) para el programa de difusión denominado “Temporadas teatrales en el Parque”. Además, organiza regularmente festivales de teatro, de mimo y de títeres, muestras nacionales, encuentros de teatro, y brinda apoyo permanente a instituciones educativas, entidades públicas de bienestar Social y humanitario del medio local.
A partir del 2005, se ha implementado el Programa de Complementación Pedagógica para atender a los actores y actrices, de acuerdo a lo dispuesto por la Ley del Artista e Intérprete , a fin de que puedan profesionalizarse y obtener un Título Pedagógico
El año 2006 el Congreso Mundial de la ITI UNESCO aprobó la resolución Nº 08 que designa a Lima como la sede regional latinoamericana de la ITI UNESCO En Noviembre del 2009 se llevó a cabo la instalación de la Oficina Regional Sudamericana de Escuelas de Teatro de la cátedra UNESCO ITI y la realización del Congreso de Directores de Escuelas de teatro, los que adoptaron resoluciones de importancia regional en el ámbito de la formación artística y de la investigación teatral .
El Comité Directivo del Instituto Internacional de Teatro de la UNESCO eligió a Lima –Callao como sede del Festival Mundial de Escuelas de Teatro y el Congreso Mundial de Directores de Escuelas de Teatro , eventos que se llevarán a cabo entre el 10 y 23 de Agosto de 2010, al cual asistirán estudiantes, profesores y Directores de Escuelas de Teatro de cinco continentes.
Corroborado por los hechos de su historia , la ENSAD es la institución fundacional del teatro peruano y la primera Escuela en la formación de actores y actrices en nuestro país, que viene consolidando, cumplida la primera década del siglo XXI su proyección internacional.
