sábado, 23 de agosto de 2008

Proceso de la Literatura Infantil y Juvenil en el Perú

Cuando se nace y vive en un país como el nuestro, donde las frustraciones son alimento cotidiano del ciudadano, uno se acostumbra a recoger las pequeñas alegrías para hacerse con ellas un jardín íntimo de optimismo y fe.

Las flores de las pequeñas alegrías se recogen en el hogar, en el trabajo y en la vida cotidiana. Las del hogar, nos las dan nuestros hijos, el amor de una esposa, el fraterno contacto con los familiares más cercanos, los amigos íntimos; en el trabajo, las recogemos de los compañeros de labor, de la satisfacción de la tarea realizada, de los aciertos del equipo o de la empresa en la que laboramos; y en la vida cotidiana, las obtenemos de las personas que se cruzan en nuestro camino devolviéndonos con su adhesión a la vida la fe en el hombre. Sumadas todas, son siempre más fuertes que la desilusión de las derrotas nacionales, que la vergüenza de los gobiernos, que la inmoralidad de algunos periodistas y parlamentarios que ocupan la galería del deshonor con el mismo cinismo con que los criminales asesinan a sus víctimas, asesinos ellos también de la fe que nuestros niños y jóvenes deberían obtener de su imagen pública. Por cierto, que el color y la fragancia de estas pequeñas alegrías no provienen de la risa cachacienta e hipócrita del presidente, ni de la altanería caciquesca de algún tránsfuga sin vídeo revelador; antes bien, nos ayudan a mantener en los límites de la cordura a la ira santa que despiertan, y finalmente nos permiten seguir siendo dignos, que hoy en el Perú es grave actitud urgente e imprescindible para sobrevivir a tanta canallada oficial.

Pues bien, éste es el marco en el que de pronto suena la llamada del amigo convocándonos a presentar un libro. Y este amigo no es de los que escriben y publican un libro de vez en cuando, sino es alguien que ya nos tiene acostumbrados a renovados encuentros de reflexión en torno a sus producciones o a inquietantes cuestiones de interés nacional. Y he aquí que ya tenemos una flor de la alegría más para colorear nuestro jardín. Y éstos gestos se agradecen, porque la mínima dosis de optimismo inoculada, es hoy una transfusión de energías renovadas que nuestra salud ética reclama. Y es así, como llegamos esta tarde a comentar el libro de Danilo Sánchez Lihón (DSL), Proceso de la Literatura Infantil y Juvenil en el Perú, como parte de una más de esas jornadas de amor al arte que son los Seminarios del Instituto del Libro y la Lectura.(INLEC) que él y Virginia- su fiel compañera- animan con pasión erótica en su Castillo del Callao, y en todo el Perú que lo circunda.
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Tengo la sospecha de que Danilo también ha hecho de esta labor su fuente de recolección de pequeñas alegrías, porque el ritmo y el tono de su hablar se ha ido haciendo cada vez más a la atmósfera propia de los estados de poesía, donde la palabra actúa como anzuelo que pesca en los humanos ríos, la dimensión mágica de la existencia humana, como aspecto esencial del trayecto vital. Y es de trayectos y trayectorias que habla y opina DSL en este libro que de tantos esfuerzos da testimonio en su brevedad ejemplar. Escrito por un protagonista de la historia y un combatiente en batalla, no es testimonio sin embargo, sino canto de aeda, de trovador o de haravicu, como estoy seguro preferiría Danilo que lo llame.

Y se abren sus memoriosas reflexiones con un dato indocumentado, pero exacto en su presentimiento, y rescata los orígenes de la LPNJ en el Perú en el encuentro feliz de uno de nuestros abuelos trogloditas y soñadores, con la dimensión mágica de la palabra.

Libro conceptual que postula y demuestra que la LPNJ no es antes sino después de su aceptación por sus lectores.

Libro de identidad nacional que se remite a las raíces de la nación peruana y a su pluriculturalidad. Literatura que vive en múltiples lenguas y que florece y fructifica bajo todos los cielos del variado paisaje de la patria peruana. Entre árboles, al calor del fogón serrano, en las casas cubiculadas de la urbe, al aire libre, en el patio, en el jardín, en el callejón, en el edificio.

Libro que se desplaza siempre hacia el niño como condición de real existencia del producto cuyo proceso presenta. Lo busca en la historia y en los textos literarios, pero no para idealizarlo, sino para encontrarse con el niño peruano real de la costa, de la sierra, de la selva.

Libro que reune en haces generacionales a los cultores de esta singular literatura y comenta el significado de su huella, señala tendencias y consigna testimonios. Sobre todo, remitiéndonos al folclor y a la literatura oral de la patria, venero inagotado e inagotable de temas y personajes únicos en el orbe. Posta de existencia y autorreconocimiento, el folclor reafirma la diversidad cultural como fuente de la eterna juventud del mundo.

Libro que no elude la problemátia de los autores de LPNJ, de los ilustradores, de los editores de libros y revistas para niños y jóvenes. Antes bien, presenta descarnadamente su limitada capacidad para llegar a sus destinatarios, los meritorios esfuerzos de publicación, y la tímida respuesta de un mercado que espera promotores y gestores capaces de llevar adelante la gran empresa editorial que los niños y jóvenes como sujetos culturales merecen. Y a estos solitarios esfuerzos saludamos solidarios, como repudiamos la indiferencia del estado, una vez más ausente de las acciones más urgerntes para el crecimiento del país.

Libro avatar, al decir de su autor, que recoge luchas y testimonia sueños. Es este un proceso singular porque no pretende condenar a nadie y salva a todos.

Libro, en fin, y en principio, de adhesión y esclarecimiento de los cauces de la literatura para niños y jóvenes hecha en el Perú. Libro que se cierra para volver a abrirse en las acciones que la Asociación Nacional de Literatura Infantil y Juvenil viene haciendo por todo el país, con una fidelidad de más de quince años y en cuyos periodos de preparación participó el Centro Cultural Nosotros, que creara Myriam Reátegui, con dos Seminarios preliminares en los que participaron Carlota Carvallo de Núñez y Francisco Izquierdo Ríos. Centro Cultural Nosotros, en el que se realizó, por primera vez en nuestro país. la singular experiencia de organizar Talleres Integrales de Arte para Niños y Jóvenes y de formar nuevos cuadros de profesores especialistas en los lineamientos y práctica del Arte en la Educación, incluida la Literatura y el Teatro, que es también Literatura-partitura escrita para ser representada ,y que es tal vez la gran laguna informativa de este estudio ejemplar.

Libro que apuesta por el amor y gana por amplio margen nuestros corazones, porque se deja escuchar abemolando sus tonos sin desafinar. Libro que nos deja deudores de reconocimiento por las alegrías brindadas al leerlo y releerlo.

Y volviendo a las alegrías recogidas, para mí éstas no han acabado en este comentario concedido y que me honra con tanta generosidad , sino que se continúa en este ágape al que he sido convocado para compartir la mesa del banquete con la historia misma de la LPNJ en el Perú. Pues del libro se han salido, aunque seguramente invitados por el autor, y aquí están Rosa Cerna Guardia, Milcíades Hidalgo Cabrera y Eduardo De la Cruz Yataco; adelantándose con este gesto DSL al monumento que algún día se erigirá a sus esfuerzos por la permanencia y el crecimiento de la LPNJ en el Perú.

A su dilecta amistad me junto reverente, para una vez más recoger unas cuantas florecillas para mi personal jardín de las delicias. Gracias Danilo por la invitación que hago extensiva a ustedes para que no dejen de leer Proceso de la Literatura Infantil y Juvenil en el Perú, de Danilo Sánchez Lihón.


Biblioteca Nacional del Perú, 12 de Octubre del 2000












Canción de Amor a la Infancia Sobreviviente

Ernesto Ráez Mendiola

Las estadísticas, esas escalofriantes referencias numéricas de frecuencias, nos dicen que cada minuto mueren en el mundo veintiún niños por enfermedades que pudieron ser prevenidas. Esta frecuencia arroja once millones de niños muertos al año, según informes actualizados al 2000, del documento mundial de la Comisión sobre Tecnología y Desarrollo publicado en este año por el PNUD. Once millones de niños que no ingresarán ni a la cuna ni al jardín, que sólo habrán escuchado el cuento silencioso de la muerte en un mundo que pronto alcanzará los seis mil millones de habitantes. Excelente promedio de muertes dirán cínicamente los planificadores demográficos aterrados por la explosión poblacional y no tanto por el gasto militar que ha desplegado la nación más poderosa de la Tierra para atrapar a un solo hombre arrinconado en uno de los muchos países paupérrimos del globo, agobiado por la intolerancia y el fanatismo religiosos.

"Había una vez un insano que hizo caer la corona al rey. Éste, ofendido en su realeza, movilizó su poderoso ejército y se dirigió al manicomio para exterminar a todos los locos del reino, pero no se incluyó porque sus asesores no le hicieron notar que el primer digno de un gorro de cascabeles era él". ¿Se da cuenta el gobierno de los Estados Unidos que con su actitud ante la agresión sufrida ha convertido a su propio ejército en el primer grupo terrorista de la Tierra diezmando en este momento la población de Afganistán?. Y mientras hago estas reflexiones introductoria los niños siguen muriendo y este libro que ahora presento, hecho para ellos y pensando en ellos no alcanzará sus fines por cuanto sus usuarios están desapareciendo a tal punto que muy pronto llegaremos a un mundo donde los niños serán una especie en extinción o en el que, tal vez, como en "Las Aguas de Mortelune" los neonatos pasen a ser el más exquisito manjar para la mesa de los ricos, en una planeta donde las fuentes de alimentación habrán mermado y donde el agua tendrá más valor que el oro.

Hoy más que nunca debemos entender a cada niño del mundo como un tesoro sobreviviente que nos habla en el presente y no en el futuro, de lo desvalido y vulnerable que es el ser humano. "Caña pensante", al decir de Pascal, que puede reflexionarse y empoderarse en la medida en que afirme en su endeblez las fortalezas de su humanidad, sobre todo la capacidad de educar con amor, para el amor, con solidaridad para la fraternidad, con capacidad de soñar hasta la terquedad de realizar los sueños. Para cumplir esta aspiración necesitamos de adultos que no se hayan olvidado que aún son niños y que miren las formas de la naturaleza con ojos primigenios para renombrar lo ya nombrado e inaugurar desde sí mismos nuevas perspectivas de percepción del mundo. Hombres empeñados y comprometidos con la humanización del hombre, militantes de la cruzada por la supervivencia de los valores de justicia, solidaridad y dignidad; hombre cultivadores de la palabra clara que ilumina las realidades y orienta en las tinieblas, hombres que incendian malezas y apagan incendios, hombres capaces de convertir al verbo en carne y hacerlo habitar entre nosotros, adalides de la verdad y profetas de la luz que viven con una plegaria a flor de pluma y que saben elevarla hasta hacerla audible por nuestros ojos. A estos hombres se les llama poetas, porque poesía viene de poiesis que es creación, pero podría llamárseles simplemente maestros porque se esfuerzan por motivar en los seres humanos lo mejor de sí mismo. El autor del libro que ahora presento es uno de ellos, y es amigo mío, lo que declaro casi como un título nobiliario conferido por su trato del que vivo muy reconocido.

Danilo es ya un experto en la elaboración de libros que proporcionen a los maestros guías para despertar, canalizar y formar la sensibilidad de sus alumnos. Pero, en éste, especialmente que, desde el retintín de su sonoro título no deja duda alguna sobre sus intenciones, siento que ha volcado en mayor grado su calidad de docente y de poeta. Cada capítulo sintetia maneras claras de acercarse a los niños.

I: Visión y panorama 1.1 Visión de la esperanza, donde aboga por una mayor y mejor consideración del lenguaje y la comunicación en la educación inicial para enseñar a crear sagradamente.
1.2 Palabra encantada y afectiva, rítmica y vibrante, lúdica e interrogante, capaz de iluminar el mundo desde diversos planos de relación analógica y racional.
II. Situación, criterios y perspectivas 2.1 Situación y perspectivas, desarrollar los valores estéticos, diagnostica el autor no es habitual en nuestra educación. Tampoco se educa para la creatividad, desde el juego, por el juego y apara el juego, que es educar en una atmósfera de alegría y fantasía. Donde jugar con las palabras sea el mejor ingreso al sortilegio que de ellas emana y que algún día podrá usar para ofender o alabar, para denigrar o ensalzar. Palabras que antes de ser conceptos son sensaciones sonoras, explosiones emocionales, puentes de sonido para transitar de la soledad a la compañía.
2.2 Bases y criterios, Fe e imaginación son las energías que impilsan las grandes aventuras. Propone integrar la literatura con otras artes. Ppropiciar que los niños se conviertan en maestros de sus padres. Que el convoque a la palabra que encenderá su fuego y que no sea más que un vaso para llenar. No hagamos de los niños que son aves que vuelan al llegar a las aulas, aves que apenas si saben caminar o nadar.
III Procesos 3.1 Una literatura del cuerpo, porque nuestra piel es nuestra profundidad, porque la definición de nuestro esquema corporal es el principio de nuestra identidad, poque nuestro cuerpo puede ser nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo. (pág. 41)
3.2 El esquema corporal y la literatura infantil, las canciones de cuna. (pág. 47), las onomatopeyas (pág. 49, 56)
3.3 El inicio en la lectura, acercarse al libro como a un diálogo en función de la persona que lo porta. Literatura adecuada a cada etapa del desarrollo Cuadro de Margarita Dobles)
3.4 Investigar a nuestro alrededor, conectar con el entorno, la realidad, la identidad nacional. Con las realizaciones del hombre sobre la tierra.
IV. Formas, ritos y géneros 4.1 Oír, hablar, tocar. literatura para escuchar y recitar y literatura para leer. Dejar volar la palabra no anclarla a su grafía.
4.2 Géneros literarios, poesía, dramatización, cuento
4.3 Vivir el cuento, activarlo en su imaginación, abrirlos al sueño creativo.
4.4 Crear y recrear, proponer y reconstruir lo propuesto, aventurarse. (pág. 79)
4.5 Juguemos a la ronda, que es baile, canto y poesía coral, dramatizada. que es un cuento de nunca acabar.
4.6 Vivir el teatro, los roles del vivir. Los conflictos de la existencia infantil.
4.7 Canciones pastoriles, eglógicas y que aproximan a ala naturaleza.
Preparando materiales 5.1 Contar o escribir para nuestros hijos, el brazo que mueve la cuna mueve el mundo.
5.2 Pompas de jabón, Isabel Paredes Cerna. (pág. 109)
VI Metodología 6.1 Aplicación del Curriculum de educación inicial a través de la Literatura Infantil
6.2 ¿Por qué vamos a la escuela? Cuento de Danilo 6.3 Trabajemos la Identidad, 6.4 Vida en comunidad 6.5 Conociendo los alimentos 6.6 Vivir la Navidad (133 páginas)

Porque el niño es un tesoro que debemos cuidar para que llegue a la plenitud de su humanización debemos extendernos hacia él con lo mejor de nosotros mismos. La Literatura Infantil de la Cuna al Jardín es una de estas formas de extensión y hoy está a nuestro alcance el poderla aplicar en sus mejores términos gracias al libro de Danilo Sánchez Lihón.

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