miércoles, 7 de agosto de 2013

NOTAS SOBRE ACTUACIÓN TEATRAL

Consideraciones preliminares

I

  • En el teatro el ser humano actúa como signo del ser humano ante seres humanos participantes.
  • La actividad artística mediante la cual un ser humano deviene en signo de su especie se denomina actuación, y actores los que la realizan.
  • La presencia de los seres humanos en la obra teatral se hace mediante sus relaciones intersubjetivas, y el comportamiento o conducta que durante estas relaciones se manifiesta está expresado de una manera no cotidiana.
  • Esto se debe a que el comportamiento o conducta representado corresponde a una manera de ver o concebir las relaciones humanas. Por consiguiente, lo que los actores componen son enfoques del comportamiento o conducta de los seres humanos en relaciones intersubjetivas paradigmáticas. Por no ser los sujetos en relación exactamente personas sino signos de una idea de ellas, se les denomina personajes.
  • La conducta de estos personajes se  hace evidente al espectador por la relación intersubjetiva establecida por los actores que interactúan y se comunican oral y físicamente, y por el diseño individual de cada personaje mediante las presencias escénicas.

Presencias escénicas son un conjunto de datos observables que diseñan para el espectador las características del personaje.
  • La presencia escénica rectora es la del actor. Todas las demás le están subordinadas y éste las emplea como indicadores del comportamiento representado.
  • De la misma forma que a una persona sólo le es posible conocer a otra por sus hechos, el público sólo puede reconocer al personaje por sus actos.
  • Así como el atuendo, los objetos personales, los arreglos de su ambiente y su manera de interactuar y comunicarse distinguen a un individuo, los mismos elementos metafóricamente empleados sirven al actor para diseñar al personaje.
  • Los matices de presentación y representación dependen de las propuestas de estilo y van desde la más extrema y subjetivada de las fantasías al realismo más objetivo.

II

  • El teatro necesita para poderse dar, de la presencia concreta de los seres humanos. Lo mismo que la danza y el mimo todo en él se hominiza mediante la corporalidad de los ejecutantes. Pero, en la danza el comportamiento artístico de los danzantes crea sus propuestas apelando a la composición coreográfica de las infinitas posibilidades de movimiento que tiene el cuerpo. Todas las presencias visuales y auditivas, ambientales, atmosféricas y la iluminación están al servicio de esta composición coreográfica.
  • Si bien ha podido haber danza-teatro desde los orígenes, lo que permite esta simbiosis es la renuncia que hace en ella la danza a su dinámica corporal polifacética y acepta servir a la definición de una situación de comportamientos en relación que son los que rigen la composición de las presencias en el teatro. Tal vez, por esto, aunque la observación es absoluta, el bailarín se despega del suelo; el actor, no. Generalmente en la danza- teatro la palabra desaparece o es muy poco usada, aparecen a veces, sin embargo, sonidos guturales, ritmos percutidos en partes del cuerpo o con partes del cuerpo.
  • El mimo es un arte intermedio cuyos lindes son más difíciles de precisar. Es muy elemental reducirlo, como habitualmente se hace,  al “arte del silencio”. El silencio del mimo puede ser muy locuaz, sobre todo cuando el mimo con su cuerpo diseña una forma concreta, o cuando emplea la gestualidad facial como una máscara.

Aunque las tres artes pueden ser realizadas por un colectivo, la tendencia del mimo es a actuar solo, en la danza el desarrollo recae en dos o tres bailarines centrales, en el teatro, lo propio es el colectivo, aunque también se da la actuación solitaria en el unipersonal y el monólogo.
  • El mimo se denomina así porque hace mímica. El danzante, danza. El actor, actúa.
  • El primero compone secuencias gestuales; el segundo, secuencias de movimiento rítmico corporal en el espacio; el tercero, compone acciones físicas que se traducen mediante movimientos alternativos a los de la realidad que representan.
  • En el mimo y la danza, el público mira con atención y valora; en el teatro, agrega a lo anterior su participación y compromiso. Se habla al público teatral porque se habla teatralmente de él.

La tendencia en los últimos tiempos es a que estas artes corporales se interpenetren y auxilien mutuamente.
  • Si bien, los tres artistas son corporales: El Danzante se expresa fundamentalmente por el cuerpo en movimiento. El Mimo, por la gesticulación y relación con el espacio libre de objetos. El Actor, mediante comportamientos sociales no cotidianos.
  • El Público: Aprecia y evalúa al bailarín y al mimo. Participa de las propuestas del actor.

Por lo demás, las tres comparten la característica general de las artes que es “poetizar” la realidad. Esto es, traducirla en una imagen de sí misma que no pretende reproducirla sino interpretarla, multiplicando los puntos de vista de su apreciación.
Según los géneros, cada arte se vale de un elemento sensorial principal y característico, aunque no exclusivo (aisthesis) y orienta su manera de aplicarlo o concretarlo (instrumento) remarcando una actitud esencial del género ( lo pictórico, etc.) mediante la técnica apropiada empleada de una manera singular y peculiar por cada artista.

III

La presencia del actor nunca intenta reproducir la realidad fotográficamente,  fluctúa del realismo a la fantasía. Dentro de este amplio abanico puede llegar a encarnar a todos los seres de la naturaleza, a los fenómenos telúricos, a los elementos, etc. y a seres irreales creados por la imaginación. El teatro es un acto demiúrgico en el que el actor posibilita la creación de un mundo.

A partir del ser humano actor, la escala podría ser la siguiente:

  •      Rol (social: edad, sexo, institucionalidad…)
  •      Individuo (personalidad, carácter, temperamento)
  •      Ser cultural (visión antropológica: nacionalidad…)
  •      Ser visceral (de despliegue físico principalmente)
  •     Personificar: una idea (alegoría); … un objeto o un animal (antropomorfización); … un fenómeno físico (animismo); …un ser irreal (fantasía)

Cuando el actor se representa a sí mismo estamos en el terreno de la performance, lucimiento en el límite exacto de lo no teatral.

Las obras de teatro de todos los tiempos han empleado estas posibilidades. No sólo se ha creado obras con caracteres, sino también con tipos y alegorías. Los personajes se han trabajado a través de la historia con un diseño puntual; sin embargo algunos también han sido simplemente esbozados mediante el depliegue de uno o dos rasgos que los hace característicos, y hasta los ha habido abstractos.

Me pregunto, si después de comprobar esta riqueza de posibilidades se puede hablar de un único método o técnica de composición del personaje.

¿Qué debe, entonces, aprender el que aspira a ser actor? ¿Cuáles son los fundamentos técnicos generales de su arte? ¿Es que para cada nueva obra o autor se requerirá una nueva manera de abordar la composición de los personajes de su obra? ¿O es posible identificar criterios generales que redunden en una técnica de habilidades básicas?. ¿Cuáles deben ser las cualidades del actor para cumplir su labor creativa? ¿Qué cualidades debe desarrollar? ¿Será necesario un entrenamiento distinto para cada caso? ¿Cómo hacer para que la técnica no condicione o limite las posibilidades expresivas del actor a una única manera de hacer teatro?


Para responder a estas interrogantes hemos desarrollado el Método de Sinceridad Expresiva Controlada (SEC) que desarrollaremos en otras entregas.

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