martes, 16 de marzo de 2010

ESTABA EN CASA Y ESPERABA QUE LLEGARA LA LLUVIA

de Jean-Luc Lagarce

El autor contemporáneo francés mas traducido y representado del mundo, con mucho exito. Aqui en Lima se presenta en la Alianza Francesa, bajo la dirección de Gustavo López Infantas.

La obra empieza con cinco mujeres reunidas: una abuela, una madre y tres hijas, que esperan mientras deambulan en su casa, cual fantasmas dolientes. Esperan el retorno del hermano que se fue por el mundo. Se fue, sin decir adiós, sin decir palabra, sin mirar atrás, después que su padre lo echara del hogar brutalmente. ¿Por qué lo echó? No lo llegamos a saber y nunca veremos al hermano. Tampoco al padre.

El reproche mutuo entre ellas es cotidiano. No hay ausencias ni olvidos aún cuando no reciben noticias ni cartas del inolvidable; él partió y se quedaron con el abandono a cuestas, rememorando los últimos instantes de su presencia en esa casa solitaria. Ellas, vacías incapaces de quererse a ellas mismas; necesitan al hermano que las dejo exánimes en un minuto de sus vidas que quedó colgado en el tiempo, sin ilusiones ni esperanzas, sin amor, sin mas deseo que hablar y mirar el final camino a cada instante para vislumbrar la figura del gran hermano .

Están resignadas a aguardar no importa cuanto tiempo; no tienen otra ocupación vital que lamentar al hermano ausente, así han pasado más de ¿10 años?

No es espera pasiva, es agresiva y contra ellas mismas, incapaces de moverse, de salir, de gritar, de buscar, de ir aunque sea al abismo. Retrazaron su destino solo por esperar en la incertidumbre, como se espera la lluvia en un campo árido. Cada día se reprochan sus conflictos irresueltos, se culpan no haber mirado lo suficiente a su hermano, recuerdan una y mil veces cada instante antes de la partida. Apenas recuerdan momentos felices de la infancia. Se mienten. Es una letanía, un ritual obsesivo, discursos tediosos que reiteran una y otra vez estar inmersas en un destino trágico.

El hermano de pronto regresa pero ni las mira, ni las toca, regresa y en el umbral de la casa cae muerto sin decir palabra. Luego volverán los reproches y lamentos por la indiferencia y lo inútil de la espera.

La obra tiene hermosos textos poéticos, por momentos es un gusto mayor escucharlos; sin embargo esa retórica francesa fina pero ficticia que rebusca en la poesía, a veces exquisita, resulta en esta obra un regodeo de la palabra y del decir sobre una sola y única escena. Más pesa el texto existencial y metafísico reiterativo, que la pieza teatral. Es una obra basada en una anécdota simple. No explica muchas interrogantes como: ¿qué delito cometió el hermano?. Transcurren 90 minutos de una situación anecdótica que no se altera. Me puse a pensar mientras miraba la obra si el director quiso que las actrices casi no se desplazaran para impresionarnos con el tiempo detenido en el esperar de estas 5 mujeres. Si es así fue un acierto, sentí una atmósfera estática, como la vida inútil de esas mujeres.

Gustavo López, ha tratado la obra fidedignamente y no arriesga, no hay audacia creativa. Es una puesta un tanto conservadora y clásica de un joven director. Faltaron matices escénicos y de actuación. Al inicio creí que empezaría con danza. La sugestiva música y el hermoso texto insinuaban la expresión de las emociones contenidas. A mi parecer también lo sugería visualmente el diseño del espacio escénico y la escenografía.

La diferencia de estilos de trabajo de las actrices que posiblemente provienen de diferentes escuelas se deja ver. Es agradable ver en escena a actrices de diferentes generaciones. Ellas han compuesto los personajes lo mejor que han podido de acuerdo al texto dramático que no permite más. Destaca Mónica Rossi, dice el texto con propiedad y su personaje, y el de la abuela son los más acertados.

La música de Pablo Sandoval es hermosa y la interpretación del chelo muy evocadora. La escenografía simétrica es sugestiva, pone en un pedestal el dormitorio del hermano ausente y complementa bien la propuesta del director.

Asistan ustedes a la Alianza Francesa a ver esta obra que habla de manera hermosa y poética que somos seres absurdamente complejos y exasperantes.

Myriam Reátegui
Mujer de Teatro
Centro Cultural Nosotros

Alianza Francesa de Miraflores
Hasta el 19 de Abril 2010 / 8:00 pm.

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