domingo, 7 de marzo de 2010

1: DRAMATURGIA INTERCULTURAL

Propuesta y Alcances

I


Las aproximaciones occidentales al teatro hindú y sus obras, a los teatros chino y japonés, a las danzas de Java y Bali, a las expresiones teatrales de los pueblos antiguos de América, África y Oceanía, se han asumido como aportes para dar novedad a las formas gastadas del teatro occidental. La asimilación de elementos espectaculares orientales se viene haciendo desde el siglo XIX. Y, en el siglo pasado, creadores como Antonin Artaud y Bertolt Brecht lo aplicaron en la dramaturgia de sus propuestas escénicas. Distinguidos directores como Peter Brook y Ariane Mnouchkine han empleado estos elementos para logros estéticos notables. El contacto ha producido, pues, una renovación formal; pero no se ha llegado al intercambio que explote en profundidad las posibilidades de este acercamiento. Corresponde a este momento de la historia, pasar de estos hollados senderos a las amplias avenidas de la Dramaturgia Intercultural (DI).

II


La DI no valora un modelo o esquema de desarrollo dramático por encima de los demás. Implica un conocimiento respetuoso del teatro de cada cultura. Se esfuerza por reconocer sus mecanismos originales, considerándolos la traducción estética de su manera de entender la realidad y la condición humana. Intenta capitalizar la totalidad de la experiencia dramática universal histórica y geográficamente considerada. Esto exige reconocer las especies teatrales por lo que son en su contexto y no tratar de compararlas o vaciarlas a las formas occidentales. No significa este enfoque que no se puedan señalar las semejanzas que acercan unos géneros a otros, lo que no se debe hacer es forzar una igualdad que más que favorecer obscurece las posibilidades de comprender las expresiones teatrales de los pueblos. La DI mal enfocada puede bordear o caer peligrosamente en el exotismo; esto es, asumir los recursos formales de otras culturas sin conocer o compartir sus fundamentos. Aquí se trata, por el contrario, de un intercambio intersubjetivo donde los interlocutores se valoren por igual.

Una primera consecuencia de este enfoque es la necesidad de estudiar las historias del teatro locales siguiendo los cauces de su propio desarrollo y no tratando de que se correspondan con los momentos históricos del teatro europeo, como se ha venido haciendo hasta la fecha. No pretendemos negar las influencias recibidas del exterior, ya que no hay pueblo que no haya recibido influencias de otras corrientes foráneas; pero forzar el paralelismo histórico con las etapas del teatro europeo tiene una repercusión colonizante por cuanto da a entender que el teatro de algunos países es calco, copia o satélite del teatro de países hegemónicos. En estos cauces se hace necesario diseñar un programa para la práctica de la DI.

III

Para diseñar este programa partiremos por considerar el teatro como una expresión artística que espontáneamente practican todos los pueblos del mundo, pero que la manera como se plasma en cada cultura obedece a sus propias tendencias. Sin embargo, hay una constante que identifica estas expresiones disímiles.

Lo que unifica y distingue el hecho teatral en todas sus variantes culturales es que es un arte que representa en presencia y en presente las relaciones humanas. Estas relaciones aunque se plantean desde una dimensión humanizante, no se dan necesariamente entre seres humanos. Pueden darse entre seres fantásticos, animales, vegetales, minerales, objetos. La representación de estas relaciones de los sujetos, por medio del quehacer y del decir, de la danza y el canto puede referirse a diferentes planos de la realidad, así como a niveles oníricos, fabulosos o feéricos.

Estas relaciones pueden darse como un largo encuentro reflexivo o, por el contrario, como confrontaciones que entrañan la solución de un conflicto. La existencia de un teatro no conflictual, propio de algunas culturas, aleja al proceso de creación dramática o dramaturgia de su concepción occidental exclusiva. El enfoque de la DI es inclusivo. Su desarrollo deriva de un proceso de intercambio, en el campo del teatro, entre las diferentes corrientes creativas del pasado y del presente, de oriente y occidente.

IV

La danza teatro, el empleo de la máscara, de los títeres y de la pantomima son recursos universales. Pero, la manera de empleo es sin lugar a dudas diversa. Si consideramos las múltiples expresiones teatrales del mundo al mismo nivel y de la misma importancia, la DI es la expresión más cabal de lo global en lo local. La Dramaturgia Intercultural posibilita la renovación formal del arte dramático. Constituye una nueva línea de síntesis, en este mundo globalizado, donde se respeta la singularidad de cada cultura. La DI se plantea en la diversidad y desde la diversidad. Es una expresión holística y glocal que viene contribuyendo a la innovación del arte teatral en la actualidad.

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