Festival Internacional de Teatro y Performances
4 al 7 de febrero 2010
La descentralización teatral va cobrando fuerza en nuestro país. Todo comenzó en los pueblos jóvenes de la periferia limeña donde actualmente funcionan grupos con una actividad regular en la que ofrecen espectáculos, talleres y organizan encuentros locales, nacionales e internacionales. Sí, no ha leído mal, internacionales. Un ejemplo al canto es el realizado del 4 al 7 de febrero en Chancay organizado por el grupo Muñecos de madera de la localidad, dirigido por el muy joven actor Julio César Martín Ortiz. Julio César es además director ad-honorem de Sacalalengua, elenco de alumnos de Colegio Nacional Augusto Salazar Bondy, que ha representado a Chancay en el último FESTA, en Huaraz y cuya dirección la desempeña don Leonides Martín Valpa, de ascendencia ancashina por casualidad y padre de Julio César, sin casualidad alguna. Don Leonides Martín es un padre ejemplar que además promueve y apoya la afición teatral de toda la familia incluida su esposa, la señora Ortiz En realidad se percibe que son muy unidos, pues en los ajetreos de la organización ha intervenido todo el clan de los Martín.
La descentralización teatral va cobrando fuerza en nuestro país. Todo comenzó en los pueblos jóvenes de la periferia limeña donde actualmente funcionan grupos con una actividad regular en la que ofrecen espectáculos, talleres y organizan encuentros locales, nacionales e internacionales. Sí, no ha leído mal, internacionales. Un ejemplo al canto es el realizado del 4 al 7 de febrero en Chancay organizado por el grupo Muñecos de madera de la localidad, dirigido por el muy joven actor Julio César Martín Ortiz. Julio César es además director ad-honorem de Sacalalengua, elenco de alumnos de Colegio Nacional Augusto Salazar Bondy, que ha representado a Chancay en el último FESTA, en Huaraz y cuya dirección la desempeña don Leonides Martín Valpa, de ascendencia ancashina por casualidad y padre de Julio César, sin casualidad alguna. Don Leonides Martín es un padre ejemplar que además promueve y apoya la afición teatral de toda la familia incluida su esposa, la señora Ortiz En realidad se percibe que son muy unidos, pues en los ajetreos de la organización ha intervenido todo el clan de los Martín.
Julio añade a sus cualidades actorales y directrices la de promotor. Con decisión se desafió y organizó en 2009 el Primer Festival al que asistieron tres grupos de Chiclayo: Pumaskallas, ACPI y Los cada uno; De familia teatro, de Enrico Mendoza y el Taller de Teatro Municipal representaron a Chancay. En el festival estuvieron Jorge Acuña y el taller de Mimo Erwin Piscator que conduce Fernando Ramos, de Lima. Este año ha alcanzado cobertura internacional con la asistencia de grupos de México, Guatemala y Ecuador. Chile y Argentina confirmaron su participación, pero no llegaron. También han estado grupos como Pumaskalla de Chiclayo en representación de Lambayeque y en cuya presentación pudimos apreciar la grata presencia escénica de María Alejandra Castro Navarro (17 años), considerada con acertado criterio la mejor actriz del FESTA huaracino.
No ha sido fácil conseguir el apoyo del gobierno local de Chancay, aunque finalmente ha ofrecido algo que, con el encuentro en marcha, aún no ha llegado; pero Julio no pierde las esperanzas de que se hará efectivo. Quien sí ha respondido ha sido el municipio de Huaral, en gesto encomiable, y por supuesto el Colegio Augusto Salazar Bondy, donde están alojadas las delegaciones.
De las dos primeras fechas, la segunda alcanzó un mayor nivel artístico que la primera. El primer día (4) el pequeño anfiteatro de la Plaza Pascual Pringles, teniente de granaderos argentino que peleó en las guerras de la independencia y del cual hay un monumento en la Plaza Principal de Chancay, se presentó Muñecos de madera, grupo anfitrión, con El gallo y el pucu pucu, de Julián Palacios. Una buena obra para niños sobre la agresión cultural y la injusticia. Posiblemente, demasiado cansados por los vaivenes de la organización la obra no mantuvo un ritmo parejo y decayó en su segunda parte, luego de un auspicioso inicio. Represión infantil, de Enrique Cisneros, presentada por Pumaskalla, de Chiclayo, dilató la duración de una interesante propuesta en estilo clownesco de la violencia y el abandono con la niñez. Al comenzar los jóvenes actores se entregaron al trabajo corporal propio del clown con dinamismo y acierto; pero, conforme avanzaba la obra no había variación rítmica y los gags no se renovaban; por lo que la obra decayó. Con ajustes rítmicos y de extensión puede convertirse en un buen montaje. Los Viajeros, de Quito-Ecuador, primera intervención extranjera conquistó la atención del público que repletaba el pequeño anfiteatro. Una versión de la famosa creación del grupo chileno Aleph, “Érase una vez un rey”. Los actores demostraron experiencia en el trabajo popular en las calles porque su tono y fuerza vocal y corporal se dieron muy bien en el anfiteatro. Cuatro pasos, de Chancay, el último grupo de la noche, presentó una versión adecuada a nuestros días de la tradición de Ricardo Palma, “Don Dimas de la tijereta”. Estos jóvenes no poseen todavía recursos expresivos para lograr un buen producto teatral. Sin embargo, dado el entusiasmo demostrado, creemos que ha sido un acierto de los organizadores concederles un espacio en el Festival. A ellos les corresponde ser autocríticos y si mantienen su interés por el teatro hacer el esfuerzo por mejorar.
El segundo día las delegaciones asistentes fueron declaradas huéspedes ilustres en ceremonia solemne en el local del Municipio. En la noche se cumplió la segunda fecha en el local cerrado de La Sociedad de Auxilios Mutuos, de Chancay.
Punto notable, fue la presentación de “Fe de ratas”, escrita y dirigida por Diego La Hoz, con los integrantes de su grupo Espacio Libre. Estos jóvenes cada día van consolidando sus medios expresivos corporales y en los vocales van alejándose, aunque no tan rápidamente como debieran, de una dicción borrosa y por momentos débil proyección de la voz. En tanto esto no se logra, el director los somete a un trabajo plástico coordinado que potencializa sus presencias. Los personajes no son ajenos a los actores porque son propiamente adolescentes de su misma edad o cercana a la de ellos. Lo meritorio del trabajo dramatúrgico de Diego La Hoz es que consigue armonizar en el proceso la composición plástica y la conceptual. La conciente imposición al espectador de un ritmo monótono llega más como un error que como una propuesta. Acertado el empleo de los cordeles, que definen el espacio de la azotea donde nuestros protagonistas juegan, lo mismo que la iluminación que apoya muy bien la atmósfera. La música, casi un permanente presagio de violencia crea el marco temporal a la desesperanza en la que nuestros jóvenes comienzan a ahogarse. Dolorosas imágenes de una juventud que no avizora su destino y en la que se ha perdido la capacidad de soñar,
Alejandro Licona es un actor mexicano que lleva haciendo cinco años este monólogo sobre sucesos de la vida. Como era de esperar, pasado ese tiempo, es capaz de mantener atento al público e, inclusive, de jugar con esa atención, interpolando pinceladas de humor que van comprometiendo la participación del público.
Carlos Maldonado nos ofreció un unipersonal intenso y muy bien trabajado sobre José María Arguedas, basado en las investigaciones hechas en Cuatrotablas. Cerró la noche la repetición de “El juego de la democracia”, de Viajeros, de Quito.
Por cierto que podríamos seguir comentando de este II Festival de Teatro y Performances Internacional de Chancay (FESTEPE Internacional). ¿Quién está cubriendo la actividad de MACA en San Miguel inaugurada curiosamente con “Érase una vez un rey”?
Se nos comienza a ir de los ojos y los oídos el teatro que se hace en el país. Y es propio que así lo sea para uno. Pero, los diarios que son ojos y oídos de la noticia? Hay un sector de los hechos teatrales que no existe para el periodismo. Es verdad que, si se trata de afluencia de público, cada lugar convoca al suyo. Lo que aquí se está escatimando y escamoteando es el derecho a que las actividades sean informadas a la colectividad. Menos mal que, en el caso del FESTEPE Internacional de Chancay los diarios locales dieron cobertura y la familia Martín ha visto logrado uno de sus sueños, traer el teatro del mundo a Chancay. Al respecto Julio recordaba las palabras de Tomás Temoche: “Si todos los padres del Perú fueran como Don Leonides, el teatro crecería a la velocidad de la luz ( de la luz que aclara el pensamiento).
Hasta el III FESTEPE Internacional 2011 en Chancay.
El Consueta
El Consueta
Jesús María, 7-02-2010
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