miércoles, 2 de febrero de 2011

DERROTERO PARA UNA HISTORIA DEL TEATRO EN EL PERU



UNA PRECISIÓN EN EL UMBRAL


La información que reinicio sobre datos históricos del proceso del teatro en el Perú ha sido sometida a una rigurosa valoración de sus fuentes. Pero, como quiera que no soy un especialista, agradeceré todas las precisiones y críticas que se hagan al texto; aunque no se trata de una relación exhaustiva sino más bien de una síntesis. El material por revisar es muy rico y excede a los medios y facilidades de un aficionado memorioso, como yo. Pero estoy seguro que estas guías podrán inspirar a alguno de los jóvenes investigadores, de formación académica especializada, que están comenzando a trabajar en profundidad sobre el proceso histórico del teatro en el Perú.



I

1: Periodo Prehispánico

Orígenes

La primera manifestación de teatro en la cultura humana fue la danza mágica que los hombres del paleolítico superior ejecutaban antes de salir de caza; con la creencia de que así propiciaban la captura de los animales necesarios para su sustento. Los antiguos pobladores del Perú no fueron ajenos a esta práctica como lo demuestran las pinturas rupestres de Toquepala y Lauricocha; por lo que podemos estar seguros de que el teatro en el Perú se comenzó a practicar hace 10000 años.

Teatro de las culturas preincaicas

También sabemos que estas actividades de carácter mágico evolucionaron conforme aparecieron los mitos y se convirtieron en ceremoniales propiciatorios del bienestar de los pueblos. En Chavín de Huántar suponen los arqueólogos que se realizaban este tipo de ceremonias, por lo que es propio deducir que el teatro peruano siguió la misma senda que sus manifestaciones similares en el mundo.

Todo ceremonial, laico o religioso, tiene una liturgia, un orden dado de realización o ritual. La antropomorfización de los dioses y los mitos propició su personificación en las danzas rituales. que. se dieron como parte del ritual de la liturgia. Las máscaras y las representaciones en la orfebrería y la cerámica prehispánicas así lo corroboran. Los dibujos de la cultura Mochica permiten apreciar ceremoniales de gran teatralidad.

Los Huacones, de Mito (sacerdotes del dios Kon) y la Diablada, como otras danzas folclóricas, que son muy teatrales, constituyen ceremoniales de relación con las fuerzas de la naturaleza que se arraigan a épocas ancestrales.

Posiblemente este teatro nunca se hizo en locales cerrados, fue más bien un teatro de plazas y de otros espacios abiertos. Igualmente parece que fue el coro y la danza los que diseñaron sus características. Mal se podría rastrear entonces un teatro peruano similar al que occidente hacía cuando llegaron los españoles. Considerar esta diferencia evitará confusiones o falsas apreciaciones de las escasas huellas que ha dejado el teatro prehispánico.

En el templo de Chavín de Huántar y en Chan Chan se pueden apreciar grandes espacios que podrían haberse empleado para representaciones teatrales como parte del ritual de la liturgia. Directores peruanos modernos como Ricardo Roca Rey hicieron representaciones empleando algunos espacios abiertos de las ruinas preincaicas. Y tuve conocimiento, aunque no he tenido acceso al documento, que don Ricardo, que era arquitecto, venía elaborando un estudio catastral de espacios prehispánicos aparentes para la representación teatral.

Teatro durante el incario

La primera información documentada proviene del incario- Los cronistas testimonian la existencia del teatro en la época de los incas. Tres de ellos son:

* Pedro Sarmiento de Gamboa en su Historia de los incas (Buenos Aires Emecé editores 1942) da cuenta de unas fiestas llamadas purucaya, que duraron más de cuatro meses. “Y hizo grandes y suntuosos sacrificios a cada cuerpo de inga al cabo de la representación de sus hechos y vida. Con lo cual les dio tanta autoridad, que los hizo adorar y tener por dioses de todos los forasteros que venían a vellos.”

* En Relación de antigüedades deste reyno del Perú de Juan Santa Cruz Pachacuti (Madrid Ediciones Atlas 1968), el antropólogo Luis Millones (1979:123-161) cita la descripción de hasta tres espectáculos que, a juicio de la época, resultan teatrales:
Una batalla ceremonial durante Pachacútec.
•Otra, en que se promueve una violación colectiva, en la época de Guáscar, y
•Un gran desfile en el que participan Pizarro, Valverde y Manco Inca.

* Por su parte, Garcilaso de la Vega, Inca; en Comentarios reales de los Incas (Buenos Aires Emecé editores 1943) dice: “No les faltó habilidad a los amautas, que eran los filósofos, para componer comedias y tragedias, que en días y fiestas solemnes, representaban delante de sus Reyes y de los señores que asistían en la corte. Los representantes no eran viles, sino Incas y gente noble, hijos de curacas y los mismos curacas y capitanes y hasta maeses de campo, porque los autos de las tragedias se representasen al proprio, cuyos argumentos siempre eran hechos militares, de triunfos y victorias, de las hazañas y grandezas de los Reyes pasados y de otros heroicos varones. Los argumentos de las comedias eran de agricultura, de hazienda, de cosas caseras y familiares. Los representantes, luego que se acabava la comedia, se sentaban en sus lugares conforme a su calidad y oficios. No hazían entremeses deshonestos, viles y bajos: todo era de cosas graves y honestas, con sentencias y donaires permitidos en tal lugar. A los que se aventajavan en la gracia del representarles davan joyas y favores de mucha estima” (t 1 libro II capítulo XXVII p, 121)

Sin embargo, es necesario aclarar que los datos de los cronistas, incluido Garcilaso de la Vega, no se limitan a describir los hechos teatrales que documentan sino que tratan de equipararlos con las expresiones teatrales del conquistador. Aun quienes hoy se dan cuenta de esta inexactitud, cuando traducen una obra quechua le ponen como género el que consideran su equivalente en el teatro europeo, lo que no es exacto. Pongamos el caso del Atau Walpaj p´uchukakuininpa Wankan (Wanka del fin de Atau Hualpa) que se ha traducido como La tragedia del fin de Atahualpa. El wanka era un género histórico.

Proceso

En un primer momento la representación se da dentro del ritual de algunas de las fiestas incaicas: teatro litúrgico.
•Luego, al regreso de los triunfadores se narran sus hazañas presentes y se recuerdan las antiguas: teatro heroico.
• En los últimos años del imperio hay un teatro cortesano que resulta de la conjunción de los elementos religiosos y militares.

Finalidad, Estructura y Espacio

El teatro incaico no era en nada parecido al que hacían en Europa en ese momento. No existían locales establecidos, ni se hacían actuaciones todo el año, sino que se presentaba en fiestas especiales, posiblemente con regularidad anual, como sucedía en Grecia. Este teatro de celebración tenía una concepción didáctica. Las representaciones se hacían con intención orientadora y aleccionante. Los gobernantes no eran objeto de crítica sino los enemigos.

Los elementos expresivos del teatro que hacían los incas eran el taqui (danza y canto) y las máscaras; sus temas eran heroicos o sobre la vida cotidiana. Las manifestaciones folclóricas guardan rastros de estas expresiones, cuyo desarrollo se vio interrumpido por la llegada del invasor hispano.

Danza, canto y liturgia presiden las representaciones. Sus escenarios son generalmente las plazas o anfiteatros naturales, espacios abiertos llamados aranwa, al centro del cual se construía un mallki, pequeño bosque artificial a manera de escenario. El inca asistía acomodado en escaño especial.

Géneros

Hay teatro cómico, dramatización de fábulas y de poemas sarcásticos. Teatro satírico, de crítica de los vicios y de los dioses enemigos, con ánimo de unificar el imperio.
Este fue el origen de las danzas de rebeldía antihispánica que se manifiestan en el folclor. Las diabladas, los wacones, son formas supérstites de estas manifestaciones.

Se menciona dos géneros:
Wanka, que Garcilaso comparó con la tragedia. Aunque si nos guiamos por el Atau Wallpak p´uchukakuininpa wankan (Wanka del fin de Atawallpa), códice fechado en Chayanta 1871, descubierto por Jesús Lara en 1943, su temática sería más propiamente histórica. Sin olvidar que esta obra pertenece al teatro en quechua colonial.
Aranway, que aborda asuntos de la vida cotidiana, se le equipara con la comedia.

Conclusiones preliminares:

1. En el Perú la práctica teatral se remonta por lo menos a diez mil años de antigüedad.
2. Su evolución se asoció al ritual propio de las ceremonias religiosas como un teatro de celebración.
3. Las características del teatro anterior al incario sólo es posible deducirlas por comparación con su evolución en otras culturas y las posibilidades de los espacios arquitectónicos, las máscaras, la cerámica y las expresiones folclóricas.
4. Del teatro incaico hay documentación en los testimonios de los cronistas.
5. Pero estos testimonios hay que tomarlos con reserva porque comparan el teatro que ellos habían visto en Europa con formas que habían tenido una evolución diferente. También hay que considerar las limitaciones de la lengua, ya que muchas veces no hay términos para referirse con exactitud a lo que estaban viendo.
6. Sin embargo puede caracterizarse el teatro de los incas como didáctico, de identificación, de celebración, animado con canto y baile (taqui) y empleo de máscaras.
7. Posiblemente las danzas folclóricas contengan algunos de estos elementos. Según lo cual ésta sería la forma más antigua de hacer teatro que tenemos los peruanos.
8. Este periodo autónomo truncó su evolución a la llegada del invasor hispano que impuso sus formas y aplicó el teatro como estrategia de catequización, de acuerdo a las directivas del Concilio de Trento.
9. Pero, como veremos, el teatro en quechua se mantuvo como un recurso de memoria y resistencia.


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