A los egresados
de Actuación del décimo. Ciclo-A de la escuela nacional superior de arte
dramático del perú, en la Ceremonia de su graduación
Con mi eterno recuerdo
agradecido
por haberme designado su
padrino.
ernesto ráez mendiola
Importante aclaración preliminar: Como comprenderán, es imposible
sintetizar en unas cuantas líneas lo que es un ser humano. Las que leerán a
continuación son una ínfima expresión de cómo los recordaré. Todos tienen su
propio casillero en mi almario. Allí viven un eterno presente y de allí los
sacaré de vez en cuando con ternura y una fe sin fondo en su capacidad para
crearse y crear: ser mejores cada día y hacer un mejor teatro en cada nueva
obra en la que participen.
A:
Claudia Andrea Aguilar sobrevilla, esforzada y
eficiente en su actuación, precisa e inteligente.
Johann Harold Ariel allpas Alvarado, de expresión seria y preocupada de
persona incapaz de perder los papeles, salvo aquel día, ¿recuerdas?.
Junior Joseph Benavente Izaguirre, vehemente, creativo, investigador y sobre
todo tenaz, sin bajar la guardia hasta conseguir lo que quiere.
Narayana visnu campos cherre, capaz de enamorarse de la comedia
italiana con la solicitud y apasionamiento de los héroes y dioses de la
mitología de la India con los que decidieron sus padres fuera nombrado.
Allipsis kuska Fabián rojas, descubrió en el camino que es un torrente apasionado como los ríos de su
hermosa tierra y que hará mucho cuando se enrumbé como ellos en un disciplinado
cauce.
Jorge luis flores López, tímido y excesivo con su delicada
identidad en un principio, finalmente ha comenzado a acercarse a sí mismo. Su
padre fue mi alumno hace 48 años y lo estimo mucho, todavía.
María mía Michelena polo, siempre Michelena, aunque sin
decidirse a ser María o Mía. Tal vez porque no definía que “Polo ser”. Mis
alumnos del cuarto ciclo aprendieron a quererla y sospecho que ella también va
aprendiendo a querer a los demás.
Mehida monzón Aguilar, me honró con su amor filial y la adopté.
Mishkiñahui sonqosua, también a ella le robaron el corazón un día. Pero supo
elevarse, aunque parece que todavía no ha reparado que ya es otra como actriz y
como persona.
Antonia Isabel moreno Amorós, los pasillos de la ENSAD extrañarán
sus arranques temperamentales y su contagiosa alegría. Me brindó su amistad y
su confianza. Excelente alumna, ojalá que los pasillos vitales sepan de su
alegría. Si se lo propone, puede convertirse en una muy buena comediante.
Luisa alejandrina puente Altamirano, por mucho tiempo miope de sus
posibilidades, ha aprendido a mirar en el espejo a la persona que todos vemos.
Si logra encender todo el fuego que porta será un incendio.
Ana liz pumahuacre huamaní, si la poesía tuviera una figura sería
la suya. Pero, cuidado, es un Puma Wamani, dios todopoderoso que, si bien puede
agigantar a quien lo lleva, también puede destruirlo. Lo bueno es que todo
depende de ella.
Eduardo enrique ramos López, fluctuante entre el esfuerzo
concentrado en su crecimiento y el desgano que asoma traidor a sus empeños.
Sólo necesita aferrarse a las mejores armas que ya tiene y perfeccionarlas, sin
descomponerse.
Silvia Joanna ternero jesusi, su nombre todo parece que contara su
ser, de mirada tierna y profunda, algo triste tal vez, hay una fuerza amable
que invita a confiar en ella. La luz brillará en sus manos al final del camino.
Alfonso miguel torres vidal, simpatiquísimo, amable, hecho para
amar al mundo sin distinción de clases. Pero, las sonrisas se apagan con el
tiempo cuando no se renuevan las causas que las motivan. Tiene toda la vida
para lograrlo y sé que lo hará.
Maricarmen Velásquez Zavaleta, cajamarquina indiscutible, alumna de
excelente rendimiento, actriz vehemente, de exultante corazón. Tratándola
descubrí porque Atahualpa ofreció en Cajamarca un cuarto lleno de oro. Aunque
“Meri” no había nacido en esos tiempos intuyó que algún día habría un alma que
podría aportarlo.
La Cabaña, 20 de diciembre de 2013
Promoción de Actuación
ENSAD 2013
La vida es un ovillo
sin extremo que se va desenredando a nuestro ritmo personal. No se impone de afuera
sino emerge de adentro, de lo más hondo de nosotros mismos. Como la hoja que
reverdece al sol por la clorofila que porta, en la vida nos afirmamos por la
magnitud de la energía puesta en nuestros empeños. En la vida somos lo que
queremos desde nosotros mismos o nos quedamos. Como el Peer Gynt, de Ibsen que,
pudiendo serlo todo, tuvo que ser fundido nuevamente por el herrero divino
porque, como todo ser humano que no se realiza, fue finalmente un desperdicio
del maravilloso milagro de vivir.
Pero, ¿qué es
realizarse en esta vida? ¿Triunfar? ¿Ser alguien? ¿Conseguir lo soñado? ¿Ha
sido para ustedes realizarse cumplir en estos años de estudio con las tareas?
¿Sacar de 11 a 18 para gritar alegres “¡ya aprobé!”? Sin reparar que el 11 me
iguala con los mediocres o me está diciendo cuan poco me he esforzado y que soy
apenas más que malo? En buena cuenta, me pregunto ¿Si con 11 apruebo, me he
realizado? Y en el extremo mismo de este instante piensan ingenuos que estar
graduándose es estar realizados? ¿Yo mismo con mis 77 años de supervivencia
puedo afirmar fatuamente que lo estoy?... Si hubiera frente a mí una cadena de
montañas a cuyo eco llegaran mis preguntas, tengan la plena seguridad que con
geológica sabiduría devolverían un reiterado No, no, no, no… Porque realizarse
es destino y destino no es final, destino es el camino, es la suma de todo lo
vivido. Hasta el momento inexorable del mutis hacia el recuerdo transitorio
antes del olvido total, antes del gran
silencio, la vida es suma de hitos ilusorios que momentáneamente nos alegran
para devolvernos con el nuevo amanecer a la rutina… que es el vivir: comer,
dormir, digerir, respirar y estar atentos a un incesante latir, timbrada
natural del teléfono vital siempre atento a nuestras ansias.
Esta ceremonia de
llegada, mis queridos alumnos-amigos, igualmente lo es de partida. Cachimbos de
la alcanzada autonomía, son tan ingresantes a la vida profesional como los
cachimbos que ingresarán a la ENSAD. Sólo que, a diferencia de ellos, ya no
tendrán maestros exigentes que les pidan la tarea para una fecha exacta, ni
nadie les mandará leer libro alguno o les dejará ejercicios de movimiento o
respiración. No habrá a quien echarle la culpa de nada. Exactamente como el día
en que nacieron están cortándoles el cordón umbilical, igual que aquel día en
que de espaldas a papá y mamá decidieron hacer lo que les venía en gana
gozando, al fin, de plena libertad… para quedar atados como esclavos a sus
propios deseos. Desde hoy son libérrimos
profesionales. Y para siempre responsables de lo que logren con ello. A nadie
le importará si siguen o no entrenándose… a nadie. A nadie le importará si
vuelven actuar o no… Pero, mentira es que estén solos, los acompañará siempre
su fiel corazón que se esforzará hasta el último instante en latir para
alentarlos.
En los momentos más
alegres y en los más tristes, cuando caminen por las calles ahogados por el
amor perdido, o los embargue la angustia de la soledad, cuando les pese la
indiferencia en la que sobrevive el teatro en el Perú, descuelguen el teléfono
cordial y digan Aló, la vida! Nunca he sabido, en verdad, quien responde al
extremo de la línea, sólo sé que nunca deja de haber una respuesta franca,
sana, alentadora, reconstructiva, optimista, aunque surja regada por lágrimas.
Puede ser la respuesta de Dios o simplemente de la Gran Energía Universal o tal
vez de aquellos que nos amaron y nos llevan aun en su memoria. No lo sé.
Posiblemente sea lo
mejor de nosotros respondiéndonos a nosotros mismos. De lo que estoy seguro y
puedo dar testimonio es que siempre responde al comenzar: “recuerda que me has
podido llamar porque estás vivo. Luego, todavía eres poseedor del mayor tesoro.
No eres, pues, un infeliz. Alégrate de vivir. Si me has llamado para no sufrir,
te has equivocado, no soy un analgésico. Soy como debo ser, llena de problemas
por resolver. No soy la solución, soy el desafío. No soy la paz soy el combate
que conquista la paz. Soy ese tejido que vienes hilvanando para vestirte de
solidaridad con tu sino de ser humano único e irrepetible”.
Esta noche de
embriaguez juvenil matizada de risas y de amores furtivos una fuerza mayor los
estará mirando y el amplio espacio del mundo los estará esperando. Titilante en
el fondo de ustedes iluminando su paisaje interior estará la luz buena encendida
con esta graduación, aliméntenla para que aumente su fulgor, el teatro peruano
lo necesita, no tiene a nadie a quien
recurrir que no sea a ustedes. Están en el andén y el tren se acerca. Prontos
ya a dejar esta estación, entiendo que no sepan qué encontrarán en la próxima
parada… Pero, no importa, una existencia sin misterios, no es digna de vivirse…
Lo que importa es que saben que se llevan a ustedes mismos y que en ustedes
mismos está lo que en la nueva estación han de lograr. Estoy seguro que todo
les irá bien. Y cuando, como es propio, aparezcan las sombras, las penas, la
indiferencia, el fracaso. Respiren hondo, signo de que están vivos y
descuelguen seguros el teléfono del corazón y reclamen plenos de esperanza Aló,
la vida! De algún punto insondable del universo alguien les responderá… No sé
quién… Tal vez, yo, como en nuestras conversaciones en los pasillos de la
escuela o en la cafetería, como en nuestras clases en las aulas, como en esta
noche de felicidad en que me han honrado con este padrinazgo por el profundo
amor que por ustedes siento, con todas mis esperanzas.
1 comentario:
Me auno a tus felicitaciones Ernesto porque -como dicen las escrituras- "muchos son los llamados y pocos los escogidos" y estos pocos escogidos han sido llamados a seguir promoviendo ese arte que nos apasiona. Aun sin conocerlos comparto su alegría por la "graduación" y a través de este espacio enviarles un cálido abrazo a estos nuevos colegas teatrales.
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