LA PROFESION DEL ACTOR
Finalidad de la profesión del actor
La profesión del actor tiene como
finalidad componer en un todo coherente y significativo las “presencias
escénicas” que dan sentido al hecho teatral. La base material donde se efectúa
y desde donde se proyecta esta composición es el espacio teatral, marcado por
la asistencia del público congregado allí por cita o convocatoria al paso. El
lugar de la cita puede ser un local específico o especialmente construido para
esta finalidad, o cualquier espacio abierto o cerrado de la localidad,
seleccionado. Su única exigencia es que permita cumplir con los requerimientos
de la experiencia a compartir.
De la composición de las presencias escénicas
El elemento dinámico y axial del
hecho teatral es el actor. El actor es el artista creador y realizador de las
acciones. Estas acciones traducen críticamente un complejo de relaciones,
poéticamente concebidas, entre los seres humanos en un contexto social o con su
contexto social (histórica y geográficamente determinado).
El medio de expresión o elemento
sensorial esencial del arte teatral es el comportamiento o conducta social;
único referencial observable por los demás del desempeño o actuación individual
en sus relaciones interactiva y comunicativa.
El actor debe dominar los medios
expresivos que le permitan presentar o representar los indicadores objetivos
del comportamiento o conducta de los personajes. Para el efecto, el actor debe:
·
Dominar la capacidad de interiorización y
exteriorización mediante tareas de concentración y expansión.
·
Construir su cuerpo desde adentro y afirmarse
colectivamente, porque el teatro es un trabajo de equipo.
·
Integrar cuerpo y voz, desde muy temprano, hasta
alcanzar el pleno dominio corp-oral.
·
Aprender a dialogar con las cosas del mundo.
Esto es, observar identificándose o asumiendo lo observado. El artista no
observa la realidad para imitarla sino para poetizarla, esto es, interpretarla,
para extraer de sus fenómenos particulares ideas generales sobre la vida de los
seres humanos, para develar lo que simbolizan.
·
Entregarse a las atmósferas y al ritmo de los
diferentes ambientes sociales.
·
Aprender a incorporar imágenes y a tratar su
actuación como una imagen.
·
Cultivar la energía expandiéndose o
concentrándose desde los centros fundamentales del impulso.
La composición de los detalles, fundamento de la metáfora escénica
En la composición del personaje
teatral no se considera la totalidad del universo conductual sino que se le
constriñe a la fijación de datos referenciales somáticos, psíquicos, sociales y
culturales, sin dejar de lado los
antropológicos, históricos, económicos y ambientales que constituyen
detalles que dan consistencia a la composición. Son los detalles los que dan acceso a la expresión metafórica y
tiñen de poesía a las situaciones y a los personajes.
En buena cuenta, no debe excluirse
del diálogo la relación con el espacio y los objetos. La escenografía, la
iluminación, el vestuario, la utilería de ambiente y de mano, la música y
efectos sonoros deben ser tratados como componentes de la actuación y no como
marco de la misma. Esta es la razón por la que sugerimos que, para integrarlas,
se les reconozca como “presencias escénicas”, porque son sus relaciones
formales las que dan sentido a la obra teatral.
La dura disciplina de la profesión de actor
Todo lo expuesto reclama
perentoriamente la entrega absoluta a las exigencias de la profesión:
·
concentración de propuesta y esfuerzo sostenido
hasta la perfecta realización,
·
adición
permanente de valores y excelente selección crítica,
·
repetición y fijación de lo logrado,
·
proceso
permanente de prueba, cuestionamiento y consolidación,
·
estar
atento para eliminar los lugares comunes y crear estímulos innovadores,
·
adquirir una sólida cultura general y especializada
y establecer un compromiso sensible con la realidad.
·
habituarse a penetrar en la revelación del ser
que las formas de la realidad simbolizan.
·
Dialogar con la dimensión invisible de la realidad.
Cultivar la capacidad de percibir lo imperceptible…
v No
se puede vivir plenamente sin meditación.
v Hay
dentro de cada uno de nosotros una fuerza vital invisible, pero cognoscible
v Somos
como nos pensamos. Porque somos dueños de nuestros pensamientos.
v No
hay límites para el artista. El arte puede ir más allá de la lógica.
v El
mundo de las formas puede ser experimentado más allá de los sentidos
(extrasensorialmente)
v No
estamos nunca solos. Compartimos con todos la condición humana.
v Hay
que sentir veneración por la vida y responsabilidad por los seres del
multiverso.
v Hay
que estar atento a los niveles mágicos de la realidad y a la dinámica sociopolíticocultural
de nuestra sociedad y sus influencias.
v Preparado
significa dispuesto. Cuando estamos dispuestos se nos abre la conciencia social
y descubrimos a nuestro propio maestro interior.
v El
maestro está en todas partes. Habla en las cosas del mundo a quien está
dispuesto a escucharlas.
v Somos
con todos y para todos. Nuestra esencia es ser luz. Nosotros somos el milagro.
Serás artista cuando percibas los
que los demás son incapaces de percibir. Tú los ayudarás a percibir tus
hallazgos…
Fraternalmente
ernesto ráez
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