En la unidad del Universo todos tenemos un origen, una herencia y una meta comunes.
El origen común en nuestra galaxia parece remontarse a más o menos 15000 eones cuando, según George Gamov (1904-68), la Gran Energía Universal concentró en uno de sus puntos una acumulación neguentrópica que explosionó entrando a una expansión entrópica que continúa hasta la fecha (Teoría del Big Bang 1946).
A los 5000 eones se formó el Sol y a los 10000 el planeta Tierra. De los últimos 5000 eones de antigüedad que tiene nuestro planeta, hace 3500 comenzó el desarrollo de la vida; de ellos, la evolución del hombre se remonta apenas a un millón de años ( un eón). Somos, por consiguiente una especie de aparición muy reciente en la secuencia del calendario de cambios al que pertenecemos. Por el momento, la única especie pensante de este lado del Universo, suponemos que muy alejados de otros seres similares en nuestra misma galaxia o en otras de proximidad abismal por inimaginable e inalcanzable dentro del tramo temporal de la vida de un ser humano.
Del millón de años de evolución hace apenas 50000 años (la vigésima parte) el hombre se encontraba en el paleolítico inferior perfeccionando la cultura de la piedra. Las expresiones artísticas, uno de los testimonios más antiguos de concreción del pensamiento, se remontan a 40,000 años. Tendrían que pasar 30,000 años más para que la cultura de la piedra pulida o neolítico descubriera la agricultura e iniciara la revolución agraria que aun hoy en día es el fundamento de muchos de los conocimientos y creencias de la humanidad.
De las hordas primitivas, a los primeros clanes familiares y posteriormente a las tribus se va creando la organización social que es el componente más importante de la evolución del hombre para su pasaje de animal de psiquismo inconciente a la persona de psiquismo conciente que son todos y cada uno de los hombres en la actualidad. Al interior de las sociedades y como consecuencia de su dinámica de estabilización y permanencia los seres humanos crean respuestas a los desafíos del medio ambiente. Estas respuestas terminan por caracterizarlos pasando a constitutir su cultura. Vale decir, que los seres humanos para perfeccionar sus organizaciones se habituaron a un mecanismo de pensamiento derivado de la experiencia o anterior a ella que permitía mejorar su existencia en los diferentes aspectos requeridos, y así “crearon la creatividad”.
En los próximos siglos la historia de la humanidad es la historia de las diferentes culturas. Hacia 5000 AC el rey Menes unificó los nomos en Egipto, más o menos un milenio después los fenicios inventaron el alfabeto y abrieron paso a la escritura. El auge de la Cultura Helénica fue hacia 500 AC. Sólo 8 siglos nos separan de la creación de los burgos en la Edad Media que desató la revolución urbana, aún en proceso, que en sólo 4 siglos provocó la revolución científica, también en crecimiento en nuestros días. Como parte de esta revolución, en 1492, hace 500 años, el mundo se completó oficialmente y, en 1748, James Watt descubre la máquina de vapor que desatará la revolución industrial que creará un mundo dividido entre explotados y explotadores, a partir del triunfo de la burguesía sobre la realeza en la revolución francesa de 1789. El comportamiento abusivo de unos hombre sobre otros origina el Manifiesto Comunista de 1848. Se enfrentarán así durante 142 años, la Democracia burguesa capitalista y el Comunismo socialista. Dos Guerras Mundiales (1914 y 1940) ponen al mundo al borde de la destrucción apocalíptica final. Las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki son arrasadas por la Bomba Atómica, primer arma destructiva total creada en el Siglo XX. Simbólicamente en Octubre de 1990 es destruido el Muro de Berlín, signo de expresión tangible de este divisionismo político-ideológico.
En nuestros días la mundialización o globalización, propiciada sobre todo por el auge y perfeccionamiento de los medios de comunicación y la informática que permite establecer redes de relación permanente ha creado la ilusión del “fin de las ideologías”. La Tierra ha ingresado al tercer milenio sin haber logrado en los dos primeros de cultura occidental cristiano libertaria superar la contradicción esencial de sus relaciones de producción: la enorme brecha que separa a los países ricos de los países pobres y, dentro de cada sociedad, la que separa a los grupos de despojados de la tierra de los magnates propietarios de la riqueza. En segundo término, si bien se reconoce teóricamente el derecho de cada cual a pertenecer a una cultura determinada, lo cierto es que se pretende imponer la cultura de los países dominantes sin el menor respeto por la diversidad cultural. Lo que hace que la epopeya por “crear la creatividad” aun continúe como el último bastión de resistencia a la seriación y standarización de las costumbres.
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