lunes, 28 de julio de 2008

La Alborada de las Artes


No es crítica ni estética

Los ojos del cazador miran intensamente los más sutiles movimientos del animal por cazar. Sus posibilidades de supervivencia dependen de la fuerza y precisión con que la lanza llegue a clavarse en el punto exacto donde se generan esos movimientos. En la sabia observación de la espera, sin proponérselo se ha ido identificando con su víctima; cada uno de sus músculos podría repetir los de los animales como si fuesen propios Por el momento observa y espera que se coloque a la distancia conveniente. No es fácil acercarse. El mínimo ruido o el viento al llevarles su olor podría espantar a la manada. Como todos los días espera cargado de tensión y atención el momento preciso... Felizmente hoy la larga espera culmina en el logro de su presa. Triunfante y eufórico le arranca la piel y trocea las carnes.

Cuando retorna al grupo el animal vibra viviente en la satisfacción por haberlo cazado. Con incipientes sonidos monosilábicos acompañados de ademanes, gestos y actitudes cuenta su aventura cazadora. Ayudado por la píel que se coloca encima, comienza a reproducir al animal. Al no poder hacer por sí solo sus propios movimientos solicita a un compañero que colabore con él haciendo los movimientos que él hizo para cazar. La alegría compartida por contar ese día con el alimento se hace diversión mayor con la historia que les permite, además, aprender a los que aún no han salido a cazar los secretos de tan ardua tarea.

A fuerza de repetirse la anécdota una y otra vez el grupo la integra a sus costumbres como un ceremonial, que es a la vez una especie de entrenamiento previo antes de salir a cazar, que esperan favorezca el buen éxito de su empresa. De esta manera, la afirmación de los recursos expresivos que corre paralela a la invención del lenguaje hablado permiten la ejecución de rituales de aprendizaje corporal que desembocarán en la creación de la danza, madre de las artes. En esta danza de los primeros tiempos, que es teatro también porque se representan personajes con el auxilio de la máscara y del disfraz, todo es espontáneo y colectivo. Si tuviéramos que identificar artistas y público los encontraríamos inevitablemente unificados y confundidos en un único cuerpo colectivo creador. Pero, allí están presentes ya las posibilidades las cualidades de fuerza, velocidad, dirección y ritmo del movimiento corporal y sus posibilidades expresivas. La historia con sus transformaciones ideológicas pautará sus variantes en el tiempo.

El cuerpo que danza libre se rige básicamente por la respiración y los latidos del corazón. Pero, las manos y los pies producen, a veces, sonidos de acompañamiento. Palmadas, pataleos, golpes en el cuerpo y sonoridades vocales onomatopéyicas se apoyan con piedras, materia cultural por excelencia en aquellos tiempos, con pedazos de tronco, de huesos percutidos. Es así como el sonido anima el ritual y la música se une a la danza-teatro. La melodía llegará como observación de los efectos del viento sobre los orificios y las primeras flautas sonarán en los albores de la cultura humana.

Mientras tanto, este gran observador de espíritu juguetón se ha puesto a rociar tinte a su mano apoyada sobre la pared de una caverna. En experiencia primigenia envidiable, como cuando los niños nombran el mundo por primera vez, mira que una mano que es su mano y ya no lo es, se ha quedado, exactamente como quedan en el barro sus písadas y las pisadas de los animales que persigue. Ha aprendido una nueva manera de dejar huellas. ¿ Y no es acaso el dejar huellas un impulso altamente humanizante?. Su amigo se ha quedado echado en el suelo de la caverna y al pasar su mirada por las paredes altas le parece ver en sus entrantes y salientes la forma de un bisonte, más allá la de un caballo... una vez que el juego empieza no termina. Pero, en este juego presiente la posibilidad de que, si allí fija la imagen vista con tintas de colores, aprisionará al animal que representa y será más fácil cazarlo. Fue así como se plasmó la pintura.en sus orígenes.

Otro visionario, o el mismo acostumbrado ya al juego de encuentro con las formas, 'estudia' atentamente un hueso para hacerse un cuchillo, pero antes ve claramente a un animal que corre volteando la cabeza. Graba entonces sobre el hueso lo que ve. Es la escultura en relieve que también estuvo en la pintura que usaba las salientes de la roca para dar forma al animal representado. También descubre formas en la píedras independientes y hasta intuye las formas que hay dentro de ellas " si les resta lo que les sobra". ¿ No es así acaso como ha hecho sus cuchillos? Pues, ahora esculpe mujeres de anchas caderas y senos prominentes como las que necesita para que la tribu cuente con una mayor población. De esta manera Venus-mujer hace su ingreso triunfal a los motivos de inspiración del arte de todos los tiempos.

Los sonidos guturales iniciales y el lalaísmo se han ido definiendo y, conforme avanza la tecnología y se producen objetos más complejos que van afirmando la capacidad de abstracción. Esto hace que las palabras ya puedan mencionar la realidad sin necesidad de acompañarse de gestos para ser comprendidas, como al inicio. Poco a poco el gesto se irá olvidando , pero permanecerá oculto en la palabra. Palabras que emplea para nombrar, como un acto de apropiación mágica. La variación de las intensidades y tonos de esas palabras, sus cambios de énfasis y de ritmos constituyen el canto primitivo. Y como este canto es danzado también, la poesía inicial, que es canto, revelará sus orígenes en su terminología y con el tiempo hablará de "pies de verso" y de "estrofas".

¿ Si había intentado felizmente soplando producir el mismo efecto del viento sobre las cañas, troncos y huesos horadados, por qué no iba a intentar hacer sonar la cuerda de su arco, haciéndola vibrar con sus manos o frotándola? ¡ Quién detendrá ahora al hombre creador de instrumentos musicales? Ha comenzado el reino de la melodía vocal e instrumental y lo demás será evolución musical.

Veinticinco mil años después de estas primeras aventuras artísticas, la caverna, lugar transitorio de nómades trashumantes, no será un buen lugar para vivir. Las mujeres de la tribu, tan observadoras como sus parejas, han visto que las canastas con barro para traer agua, en contacto con el fuego, queman la caña pero el barro se endurece. ¿ Nació verdaderamente así la cerámica? Tal vez. Otras artes, como la orfebrería y la textilería, han aparecido también como consecuencia de necesidades de adorno o de vestido. Pero el beneficio mayor que hemos heredado de esta labor observadora es el descubrimiento de la agricultura y la ganadería. Ha comenzado la revolución agraria cuya influencia sobre la manera de pensar y actuar de los seres humanos persiste hasta nuestros días. El hombre no es más aventurero, ahora depende de los ciclos de las estaciones y se volverá conservador. En este momento cultural los hombres no piensan ya el mundo monísticamente sino como una dualidad. La realidad tiene dos instancias, como el cuerpo con vida también. El soma y el ánima o aliento son los dos aspectos de los seres humanos y también de la naturaleza. El dualismo animista puebla el mundo de dioses y hombres y se consolidan las religiones. La literatura se enriquece con la creación de mitos y leyendas explicativos de los fenómenos de la naturaleza. Los seres humanos comienzan a orar a los seres sobrenaturales.

El hombre sedentario necesita de una vivienda que no sea una locación transitoria para guarecerse y que le permita descansar tranquilo sin la posibilidad de que sus enemigos de otras tribus lo ataquen sorpresivamente en las noches. Se conciben entonces chozas en el centro de los lagos. Estas viviendas lacustres, hoy denominadas palafitos, anuncian el principio de defensa del foso de los castillos medievales. Sin embargo, los historiadores del arte coinciden en que los primeros testimonios de la arquitectura son de carácter agrario y funerario.

Posiblemente con intenciones de inducir las aguas subterráneas para favorecer los sembríos y hacer fértiles los campos se introducen en la tierra grandes piedras monolíticas hoy conocidas como menhires, antecedentes de los modernos obeliscos. Otras veces, sobre dos grandes piedras erguidas se coloca una en forma de tablero de mesa, son los dólmenes, comprobadas tumbas. La disposición circular de menhires o cromlechs, característica del agrupamiento de Stonehenge, en Inglaterra, pareciera ser un observatorio astronómico. La arquitectura continuará posteriormente con la edificación de templos en honor de los dioses y de palacios para la realeza..

Danza, teatro, música, poesía lírica y épica, cerámica, orfebrería, textilería y arquitectura conforman el repertorio de la alborada de las artes. Cada una tendrá desarrollos singulares al servicio de dioses, reyes y de la alegría de los pueblos.

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