Las Escuelas de Formación del Actor (1946-1990)
La formación tradicional del actor fue similar a la de los talleres artesanales. En una Compañía ingresaba el meritorio al que se le encargaba todas las tareas pesadas de la escena como barrer el escenario, cuidar el vestuario de los primeros actores. De meritorio se pasaba a figurante o comparsa, en papeles mudos. De figurante era promocionado a partiquino, al que se le encargaban "bocadillos" o textos muy breves, pero que ya alternaba con los demás personajes. Posteriormente se le promocionaba a actor de reparto y así sucesivamente.
La formación tradicional del actor fue similar a la de los talleres artesanales. En una Compañía ingresaba el meritorio al que se le encargaba todas las tareas pesadas de la escena como barrer el escenario, cuidar el vestuario de los primeros actores. De meritorio se pasaba a figurante o comparsa, en papeles mudos. De figurante era promocionado a partiquino, al que se le encargaban "bocadillos" o textos muy breves, pero que ya alternaba con los demás personajes. Posteriormente se le promocionaba a actor de reparto y así sucesivamente.
Hasta promediar la década del cuarenta ésta era la práctica en las compañías peruanas. Ningún actor, salvo el apuntador, recibía la obra completa. Sólo se le daba los textos que interpretaría en fragmentos llamados particelas, se desconocía lo que era estudiar la obra, el autor o el personaje y todo consistía en aplicar y descubrir "los trucos del oficio".
Esto no difería mucho de la formación que inicialmente se dio en la Escuela Nacional de Arte Escénico, abierta el 25 de Enero de 1946 bajo la dirección de Edmundo Barbero, actor español que había llegado con la Compañía de la actriz Margarita Xirgu. Se practicó la saludable costumbre de que los alumnos actuasen en los papeles de figurantes o partiquinos en las temporadas de la Compañía Nacional de Comedias, que también dirigía Barbero, lo que les daba gran experiencia escénica desde un principio. En la ENAE de Barbero, también desarrolló la especialidad de escenografía Santiago Ontañón, que logró una promoción conformada por Alberto Terry y Santiago Escomel. El local de la ENAE fue en el Jirón Washington 1274 y llegó tener un Teatrín que daba al Pasaje García Calderón.
En 1948 se reordenan las fuerzas políticas y un golpe militar lleva a Manuel A Odría al poder hasta 1956. Durante esta etapa se nombra en la dirección al doctor Guillermo Ugarte Chamorro, primer historiador del teatro peruano y latinoamericano y gran promotor. La ENAE de Guillermo Ugarte introduce las prácticas de las improvisaciones y el método de Stanislavsky, gracias a la presencia del joven director Sergio Arrau que se afincó en Lima y se casó con la actriz Haydée Orihuela. Igualmente influyó en este cambio, Reynaldo D´Amore Black.
La ENAE relacionó el teatro peruano con el movimiento argentino de grupos y con las escuelas de las universidades de Chile y la Católica. La ENAE publicaba la revista Escena y mantuvo un permanente Servicio de Publicaciones a mimeógrafo. Realizó giras por provincias y sostuvo temporadas de verano en la Concha Acústica del Campo de Marte. También viajó a Chile y Bolivia. Ocupa un lugar singular en la historia de la ENAE el grupo Harpejio, nombre conformado por las siglas de sus siete integrantes de la promoción 1956, que fue la penúltima: Helena Huambos, Alfredo Bouroncle, Rubén Martorel, Pericles Cáceres, Estenio Vargas, Juan Romero, Ina Barúa, Organización Teatral, que trataron de mantenerse unidos como agrupación en un momento muy difícil.
En 1957 se desarticula la ENAE y se forma el Instituto Nacional de Arte Dramático(INAD) y más tarde Instituto Nacional Superior de Arte Dramatico(INSAD) que funciona en el habilitado Teatro La Cabaña. Se encarga la dirección a Mario Rivera del Carpio y posteriormente a Rubén Lingán, ex profesor de la ENAE y gran animador de la primera época del Teatro de la Universidad Católica. Durante esta etapa se perfecciona el currículo y se da mayor peso a la expresión corporal con participación de Trudy Kessel y a la Impostación de la voz con Carmen Chávez. Son profesores Sebastián Salazar Bondy, Alejandro Romualdo Valle, Luis Jaime Cisneros, Washington Delgado, José Miguel Oviedo.
Como un esfuerzo singular de Rubén Lingán viene a Lima Atahualpa del Cioppo y lleva a escena La Ópera de dos por medio, de Bertolt Brecht y posteriormente, el director español José Osuna pone en escena La Celestina, de Fernando de Rojas en la versión abreviada de Casona y que tuvo como protagonista a Elvira Travesí y grandes actores como Manuel Delorio, Ricardo Blume, Alfredo Bouroncle.
Al doctor Lingán le sucede el funcionario Dimas Sáenz Meza, período en que es llevada a escena Las Troyanas, de Eurípides, en versión de Jean Paul Sartre y bajo la dirección de Ernesto Ráez, como expresión del Teatro Político de los setenta. También Ráez con sus alumnos lleva por primera vez a escena una obra en quechua,Hatun Llacta, desarrollada según los cánones de la creación colectiva y dentro de un espectáculo titulado Perú, problema.
En el período de gobierno del general Juan Velasco Alvarado se hacen cargo de la dirección sucesivamente Alonso Alegría, Arturo Nolte, Ernesto Cabrejos. En el año 1985 desempeña la dirección Ernesto Ráez y Alfredo Ormeño. A fines de los ochenta pasa a llamarse ENSAD (Escuela Nacional Superior de Arte Dramático) y se incluye la especialidad de Pedagogía Teatral.
A Ormeño lo continúa la actriz Ada Bullón Ríos, que había sido directora de estudios y se perfeccionó en los Estados Unidos alcnzando el grado de Master of Arts. En esta época el Municipio de Lima recupera el Teatro La Cabaña y la Escuela funcionará en el sótano del Museo de Arte, edificio en el que funcionaba el Instituto Nacional de Cultura. De allí ocupará la Quinta Presa en el Rímac. También desempeñan la dirección Arturo Villacorta, José Enrique Mavila y el dramaturgo Juan Rivera Saavedra. El actual director (2008) es Jorge Sarmiento y el local del Teatro La Cabaña donde funciona ha sido devuelto a la ENSAD.
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