Una primera aproximación a la periodización del proceso histórico del Teatro Peruano, puede asociarse a los grandes hitos de la Historia del Perú. Así reconocemos:
El Periodo Prehispánico, que se refiere a las expresiones teatrales propias de las culturas que florecieron en nuestro territorio, antes de la llegada de los españoles. Son formas autónomas, aun en investigación, y de las cuales nos informan los cronistas. Es por eso que las mayores referencias son sobre el Imperio Incaico. Lo que no quiere decir que antes de ellos no hubieran manifestaciones diversas según los grandes medios geográficos de costa y sierra, exceptuando la selva; y los horizontes culturales que se desarrollaron, los cuales han dejado testimonios, especialmente en la cerámica y la arquitectura. A pesar de los esfuerzos de Garcilaso de la Vega por equiparar las formas incaicas con el teatro europeo, es evidente que fueron formas teatrales diferentes, que sobreviven hoy en las expresiones folclóricas.
El Periodo de la Dominación Hispana, en el que pueden distinguirse dos corrientes expresivas:
- El Teatro colonial, en quechua, y
- El Teatro en español
El primero corresponde a las obras de intención catequizante escritas en runa-simi, de las cuales es expresión primigenia la obra Ollantay.
El segundo, es un teatro de calco español, pero con atisbos de criollismo americano. También pueden incluirse las fiestas virreinales.
El Periodo de la Influencia Hispana, que corresponde a la emancipación y a un largo trecho del periodo republicano en el Siglo XX. La liberación de la dominación hispana no cancela la dependencia literaria o teatral. Sin embargo se mantiene una expresión teatral escrita en quechua.
- El teatro republicano en quechua, y
- El Costumbrismo y otras corrientes.
El primero corresponde a un teatro de identidad en lengua vernácula, que adquiere importancia después de la guerra del Pacífico y va hasta 1950.
El segundo corresponde a las formas de teatro occidental adoptadas. Su expresión más importante es el Costumbrismo. Pero hay expresiones teatrales románticas y modernas.
El Periodo de la Apertura al Teatro Mundial, en que declina la influencia hispana y se comienza a practicar un teatro cosmopolita, abierto a otros países de Europa. Se distingue dos momentos:
- La cancelación del teatro de divos o capocómicos, y
- La aparición del teatro de grupos independientes
El primero corresponde a la desaparición de las compañías encabezadas por un actor o actriz de renombre, y a la paulatina cancelación del estilo de actuación español, altisonante y superficial.
El segundo, se caracteriza por la aparición de agrupaciones teatrales que se proponen practicar un teatro de arte que recupere la afluencia del público, disminuída notablemente.
El Periodo de la Apertura a Latinoamérica, en el que se entra en contacto con los grupos de teatro de Chile, Argentina, Colombia, México, Brasil, Bolivia, Ecuador y Cuba. Primero son los grupos independientes y la Escuela Nacional de Arte Escénico quienes establecen este contacto. Luego, aparecen colectivos de teatro de grupo político y de creación colectiva que continúan esta iniciativa.
El Periodo de la Descentralización Teatral, en el que finalmente el movimiento teatral deja de ser marcadamente limeño y se abre a las expresiones teatrales de provincias. Esta descentralización corresponde a los esfuerzos de los colectivos de teatro de grupo político, de los años setenta, del siglo pasado.
Se pueden intentar otras periodizaciones, desde otros puntos de vista. Pero, comenzmos por la expuesta por considerarla la más práctica e inmediata.
El Periodo Prehispánico, que se refiere a las expresiones teatrales propias de las culturas que florecieron en nuestro territorio, antes de la llegada de los españoles. Son formas autónomas, aun en investigación, y de las cuales nos informan los cronistas. Es por eso que las mayores referencias son sobre el Imperio Incaico. Lo que no quiere decir que antes de ellos no hubieran manifestaciones diversas según los grandes medios geográficos de costa y sierra, exceptuando la selva; y los horizontes culturales que se desarrollaron, los cuales han dejado testimonios, especialmente en la cerámica y la arquitectura. A pesar de los esfuerzos de Garcilaso de la Vega por equiparar las formas incaicas con el teatro europeo, es evidente que fueron formas teatrales diferentes, que sobreviven hoy en las expresiones folclóricas.
El Periodo de la Dominación Hispana, en el que pueden distinguirse dos corrientes expresivas:
- El Teatro colonial, en quechua, y
- El Teatro en español
El primero corresponde a las obras de intención catequizante escritas en runa-simi, de las cuales es expresión primigenia la obra Ollantay.
El segundo, es un teatro de calco español, pero con atisbos de criollismo americano. También pueden incluirse las fiestas virreinales.
El Periodo de la Influencia Hispana, que corresponde a la emancipación y a un largo trecho del periodo republicano en el Siglo XX. La liberación de la dominación hispana no cancela la dependencia literaria o teatral. Sin embargo se mantiene una expresión teatral escrita en quechua.
- El teatro republicano en quechua, y
- El Costumbrismo y otras corrientes.
El primero corresponde a un teatro de identidad en lengua vernácula, que adquiere importancia después de la guerra del Pacífico y va hasta 1950.
El segundo corresponde a las formas de teatro occidental adoptadas. Su expresión más importante es el Costumbrismo. Pero hay expresiones teatrales románticas y modernas.
El Periodo de la Apertura al Teatro Mundial, en que declina la influencia hispana y se comienza a practicar un teatro cosmopolita, abierto a otros países de Europa. Se distingue dos momentos:
- La cancelación del teatro de divos o capocómicos, y
- La aparición del teatro de grupos independientes
El primero corresponde a la desaparición de las compañías encabezadas por un actor o actriz de renombre, y a la paulatina cancelación del estilo de actuación español, altisonante y superficial.
El segundo, se caracteriza por la aparición de agrupaciones teatrales que se proponen practicar un teatro de arte que recupere la afluencia del público, disminuída notablemente.
El Periodo de la Apertura a Latinoamérica, en el que se entra en contacto con los grupos de teatro de Chile, Argentina, Colombia, México, Brasil, Bolivia, Ecuador y Cuba. Primero son los grupos independientes y la Escuela Nacional de Arte Escénico quienes establecen este contacto. Luego, aparecen colectivos de teatro de grupo político y de creación colectiva que continúan esta iniciativa.
El Periodo de la Descentralización Teatral, en el que finalmente el movimiento teatral deja de ser marcadamente limeño y se abre a las expresiones teatrales de provincias. Esta descentralización corresponde a los esfuerzos de los colectivos de teatro de grupo político, de los años setenta, del siglo pasado.
Se pueden intentar otras periodizaciones, desde otros puntos de vista. Pero, comenzmos por la expuesta por considerarla la más práctica e inmediata.
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